JUSTIFICACIÓN
La presente publicación se elabora con la finalidad de dar posibles alternativas de solución al problema del abuso sexual al menor, donde debe intervenir el criminólogo colaborando con el trabajo de otros profesionales. Empezaremos con promover y concienciar a los padres de familia para la adaptación de sus hijos en la sociedad, así como para ayudarlos a superar el daño físico y mental que han sufrido, para prever y mejorar una calidad de vida mejor que les permita a ellos llevar una vida normal y feliz dentro de la sociedad. Este problema está enfocado a todos aquellos niños que han sido víctimas de un abuso sexual y que se sienten socialmente marginados.
Esta justificación para su estudio completo, tanto en teoría como en práctica, es el resultado del gran problema que existe en la sociedad, en la que se pretende ayudar a los niños victimizados sexualmente y para su adaptación al medio social al que pertenecen. haciéndolo útil así mismo y a la sociedad. En algunas familias de niños victimatizados se ha observado que hay decepción y autodiscriminación que van vinculados con sentimientos de temor, dolor, duda, culpabilidad y confusión.
Cuando situaciones de este tipo no son superadas se obstaculiza el proceso socio-adaptativo del niño al no brindarle la ayuda que necesita para encontrar un lugar en la familia.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Con esta Propuesta de proyecto contra el abuso en centros educativos lo que se pretende fundamentalmente es: aportar información sobre el maltrato entre iguales al profesorado, familias, alumnado y sociedad en general; sensibilizar y concienciar al alumnado y a los profesores de los centros educativos sobre la necesidad de la prevención; y estimular el establecimiento de políticas escolares sobre futuros abusos.
Se propone que los alumnos y los profesores:
- Adquieran los conceptos básicos sobre el abuso sexual entre iguales, aprendan a detectar y denunciar signos de abusos e intimidación. Los centros educativos deben implicarse en la enseñanza de nuevos valores de convivencia y respeto para prevenir el abuso.
La finalidad es que los chicos y chicas:
- Aprendan a reconocer, evitar y controlar situaciones de riesgo o de maltrato y/o abuso, deben concienciarse de que tienen que informar y dar a conocer situaciones de abuso físico, psicológico que les sucedan y las que observen o sepan de alguno de sus compañeros/as.
- Desarrollen habilidades interpersonales de respeto y cooperación entre compañeros, se impliquen en una cultura de habilidades sexuales para el fomento del desarrollo.
- Sean conscientes de la importancia de mantener relaciones interpersonales cordiales, positivas y mutuamente satisfactorias entre iguales.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Con esta propuesta de proyecto se pretende perseguir los siguientes objetivos:
- Sacar a la luz la mayor cantidad de casos de abusos que puedan existir en los colegios e institutos.
- Fomentar la intervención de padres y profesores en manifestaciones de acoso escolar.
- Crear un ambiente de respeto entre escolares.
- Reconocer la importancia y magnitud de este problema.
- Localizar el foco del problema.
- Dar solución a los casos de abusos sexuales.
- Conseguir la involucración del profesorado en los sucesos que tienen lugar en el centro.
- Informar a los padres de la conducta de sus hijos en las aulas.
- Revisar que el centro actúe adecuadamente.
- Valorar las cualidades de cada alumno sin discriminación alguna.
- Evitar y prevenir el incremento de agresiones entre iguales.
METODOLOGÍA
Las acciones que se deben llevar a cabo para implantar la prevención en los centros educativos son los siguientes:
- Acción Nº 1. Contactar con el director y el equipo docente del centro escolar para explicarles el programa de prevención de acoso escolar en el ámbito educativo que queremos poner en marcha en el centro.
- Acción Nº 2. Una vez aceptado nuestro proyecto, se requiere un equipo interdisciplinar que colabore con los criminólogos en transmitir la información pertinente y sobre cómo el abuso puede afectar a todos los miembros de la comunidad escolar.
- Acción Nº 3. Concretar las tareas a desempeñar.
IMPLEMENTACIÓN
Dirigido a los alumnos:
- Folletos informativos. Descripción de varios casos de abuso escolar sufrido por adolescentes. Plantear interrogantes sobre el tema a los que deben responder los adolescentes.
- Actividades con medios audiovisuales. En las distintas aulas del centro se mostrará a los alumnos diversos vídeos sobre simulación de abuso escolar para concienciar al alumnado. En estos vídeos se mostrará la situación del agresor y del agredido, al igual que sus respectivas consecuencias.
- Tests de integración del alumno en el aula. Repartir cuestionarios para intentar detectar posibles casos de abuso. Y también, posibles agresores, víctimas y todos aquellos que lo presencien en silencio.
- El equipo interdisciplinar planteará el tema del abuso, intentando sensibilizar, aconsejar y prevenir a los alumnos.
Dirigido a las familias de los alumnos:
- Charlas para detectar y prevenir el abuso sexual. Serán dirigidas por el equipo interdisciplinar en el salón de actos del centro y tienen como finalidad sensibilizar a padres y madres de este fenómeno. Se presentarán unos conceptos básicos y se les orientara sobre el tema, además de indicarles una serie de pautas a seguir en caso de que su hijo/a sean abusadores o víctimas.
EVALUACIÓN
La finalidad de hacer una evaluación es la comprobación de la propia eficacia de la prevención con la pretensión de garantizar la misma, de tal modo que sea posible la futura implantación del Programa contra los Abusos Sexuales en centros educativos.
Se evaluará:
- Si el programa cumple los objetivos específicos.
- Explorar si el programa produce efectos no intencionales en los menores.
- Analizar la valoración que realizan los propios usuarios sobre la eficacia del programa.
- Comprobar si el programa produce un incremento de revelaciones de abuso sexual por parte de los menores.
- Identificación de las audiencias. Las audiencias que van a participar en el proceso evaluativo y sus respectivas implicaciones en el mismo son:
-
- Los alumnos
- Los profesores
- Los padres
- La dirección de los centros educativos
- Juzgado de protección del menor.
Los criterios de evaluación serán:
- Recursos materiales, se evaluará la fiabilidad y validez de los instrumentos utilizados (cuestionarios, escalas…)
- Recursos humanos, se evaluará:
- Interés y predisposición a participar en el programa.
- El porcentaje de individuos implicados.
- Su grado de implicación.
- Proceso de intervención: se evaluará el propio proceso de intervención, es decir, se evaluará el propio programa por si fuera necesario realizar modificaciones en su diseño y desarrollo.
Además, se llevará a cabo una evaluación mixta (cualitativa y cuantitativa).
- Cualitativa: centrada en el proceso, se basará en el análisis de los datos registrados, a través de observación participante, sobre la conducta de los menores durante el proceso de aplicación del programa. Para eliminar el sesgo que supone en la observación participante la presencia de un agente extraño en el grupo, en este caso, los propios profesores desempeñarán el rol de observadores.
- Cuantitativa: se desarrollará en tres momentos: evaluación inicial, evaluación final y evaluación a largo plazo. Se utilizará un diseño cuasi experimental de medidas repetidas, con evaluación ore-post intervención y evaluación a largo plazo, utilizando dos grupos controles.
RECOMENDACIONES
Para finalizar, se muestran una serie de recomendaciones para prevenir el abuso sexual a menores:
- Ser conscientes de dónde está el niño/a y qué está haciendo: su atenta supervisión es su mejor protección contra el abuso sexual.
- Conocer a los amigos de sus hijos. Especialmente aquellos que puedan ser un poco mayores que ellos.
- Enseñar a los niños/as a velar por su propia seguridad, por ejemplo:
- Enseñar a no aceptar dinero o favores de extraños.
- Advertirles de que no aceptan nunca pasear con alguien a quien no conocen.
- Aconsejarles sobre lo que deben hacer si alguien se les acerca.
- Comunicar a los niños/as que busquen ayuda inmediatamente cuando un adulto les hace sentir incómodos o los asusta.
- Explicarles que no tienen por qué estar de acuerdo con mantener contacto físico estrecho con otras personas, tanto conocidas como desconocidas.
- Es importante hablarles del tema sin asustarles. Existen reglas apropiadas para cada edad del niño/a y ellas cambian a medida que el niño/a crece. Por ello, se deben usar palabras que el menor comprenda.
- Explicarles que algunos adultos pueden actuar de una forma que hace que ellos/as se sientan incómodos.
- Fomentar la comunicación, haciéndoles sentir que pueden acudir a sus familiares, profesores o amigos en cualquier momento para hablar acerca de cualquier cosa que resulte enigmática, inquietante, o preocupante para ellos/as.
Es cierto que el tema de los abusos sexuales no es fácil de hablar. El contexto más adecuado es el de la educación sexual. Pero el hecho es que la educación sexual sigue siendo la gran ausente, no sólo en el marco educativo escolar, sino también en el ámbito familiar.
No obstante, hablar de ello es el primer paso para actuar. Ello ha permitido esbozar una línea interesante de debate y de reflexión, como es la necesidad de formar, de educar y de informar a los menores en la sexualidad. Tanto la familia como la escuela son los dos grandes pilares sobre los que descansa la labor de educar en la sexualidad como dimensión humana que nos permite la comunicación, el cariño, el disfrute y aportar una visión positiva y confiada entre adultos y niños, dentro y fuera de la familia.
En definitiva, esta propuesta de Proyecto debe servir como prevención real ante el abuso sexual de los menores en los centros educativos, que dejen de ser víctimas de este delito violento, estando muy bien informadas todas las partes implicadas para que sepan cómo intervenir o a quién acudir y así evitar el daño inmenso que ocasiona a los menores, muchas veces, irreparables que les pueden dejar huellas psicológicas y criminológicas para toda la vida (esto último sería cuestión en otro artículo).
Por Víctor García Ramos, Licenciado en Criminología, Técnico en Educación Social y Especialista en maltrato infantil, tratamiento de menores, bandas y delincuencia juvenil y Miembro del Grupo Víctimología en Delitos Violentos del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid (CPCM).