enero 25, 2020

Los crímenes de 2019 en Madrid

 

 

España es uno de los países de Europa y del mundo con menor tasa de delincuencia y criminalidad, según diferentes estadísticas internacionales. Sólo Irlanda, Holanda, Austria, Singapur y Liechtenstein tienen una tasa menor de crímenes. Dentro de España, Madrid es, per capita, una de las ciudades con más delincuencia pero por debajo de otras como Barcelona o Marbella. En 2019 se contabilizaron un total de 33 asesinatos en la región madrileña y 19 en la capital; una de las cifras más bajas de la historia.

Por ello, y pese a lo que pueda parecer en los medios, los españoles somos cada vez menos violentos. Los asesinatos, el actos terroristas o las violaciones son graves  y por eso llaman mucho la atención y los recordamos mucho más que cualquier otro suceso. Generan mucha audiencia en televisión y muchos clicks en los periódicos digitales.

Por eso, no es de extrañar la cantidad de programas o espacios de Sucesos que abundan actualmente en los medios de comunicación,así como la cantidad de periodistas y expertos en la materia, aunque todavía faltan por incorporarse en ellos criminólogos que destierren desde la ciencia tópicos y falsas informaciones que muchas veces se ciernes sobre este tipo de hechos.

Con la proliferación de sucesos en los medios, que en la mayoría de los casos son los mismos repetidos hasta la saciedad por diversos programas y canales de televisión, configuramos una sensación de seguridad subjetiva a veces muy distinta a la objetiva. Porque como si de un mercado se tratara, cuantos menos crímenes hay, más valor tienen los que existen.

En Madrid, en la década de los 90 y principios de este siglo llegaron a contabilizarse un centenar de homicidios, mientras que en la primera década de la nueva centuria se mantienen en la treintena. La Policía explica que se debe a la disminución de los ajustes de cuentas relacionados con las drogas dentro de la tendencia de descenso global de la violencia más grave en las sociedades más avanzadas y del aumento de otro tipo de delitos, como los económicos.

Siguiendo con la estadística, la tercera parte de los fallecidos en la región madrileña el año pasado son extranjeros y la mitad mujeres, principalmente víctimas de la violencia de género (7). Hubo 7 por robos, 6 por violencia intrafamiliar y 6 por reyertas, entre otros. Respecto a la forma de morir, 18 homicidios fueron por puñaladas, 5 por disparos, 5 por golpes, 3 por asfixia, 1 por atropello y 1 por posible envenenamiento.

LOS HOMICIDIOS MÁS ESPELUZNANTES

Hubo varios homicidios enigmáticos, crueles o espeluznantes. El primero ocurrió en un pareja de la localidad de Meco. La Guardia Civil detuvo a Sergio, novio de su amiga y compañero de piso, pero hace unos días un Juzgado le ha concedido la libertad condicional por falta de pruebas contundentes sobre su implicación en los hechos. Otro crimen espeluznante fue el conocido en febrero de 2019. La Policía Nacional halló el cuerpo descuartizado de una mujer, desaparecida desde 2017, en un frigorífico dentro de una vivienda de Alcalá de Henares. Su pareja, que se llegó a comer parte del cadáver, fue detenido.

Uno de los crímenes que más repercusión tuvo en 2019 fue el asesinato en marzo de Francisco D.C. por una simple pelea con un perro en barrio madrileño del Pozo del Tío Raimundo. Tras airadas protestas vecinales en el barrio contra la familia del supuesto asesino, éste se entregó días después en una comisaría. Se trata de ‘El Chule’, un joven de 20 años, miembro de un conocido clan gitano de la zona.

El 10 de junio un hombre se atrincheró en su vivienda después de matar a tiros desde la ventana de su casa de Aranjuez a dos cuñadas y herir a su suegra, que paseaban por la calle. Finalmente fue detenido y confesó en comisaría que las disparó porque su mujer, hermana de las fallecidas, se había separado de él.

En agosto un hombre presuntamente mató a su pareja, una cirujana de 47 años, en un piso de la calle Tenerife. Había sido atada de pies y manos y apuñalada con un gran cuchillo. Su cadáver presentaba además fuertes golpes en la cabeza. Luego, el homicida mandó mensajes amenazantes a otra antigua relación. Fue detenido días después gracias a la colaboración ciudadana.

Otro de los crímenes más impactantes del año tuvo lugar en Valdemoro. Un joven colombiano fue arrestado por la muerte de una adolescente de 18 años, a la que presuntamente descuartizó y arrojó su cabeza en una zona de matorrales. Unos casos que remueven conciencias y pueden llegar a asustar a muchas personas, pero no dejan de ser excepcionales en Madrid. Afortunadamente.

 

Escrito por Julio de la Fuente, vocal y responsable de Prensa del CPCM

 

Colegio Profesional de Criminología de la Comunidad de Madrid