Las novias de la yihad:
Claves para entender la radicalización
GRUPO DE TRABAJO PREVENCIÓN DE LA RADICALIZACIÓN VIOLENTA
del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid
Introducción
En una sociedad altamente globalizada, donde el acceso a la información se puede realizar de manera casi instantánea, resulta desconcertante y paradójico la manipulación y los efectos del radicalismo de etiología yihadista, que provoca en los “nuevos fieles” a la causa radical.
Más si cabe, si los destinatarios son mujeres, donde el papel de las féminas dentro de las organizaciones de etiología yihadista dista mucho de ser un cuento de hadas.
Ante tal realidad nos encontramos diferentes cuestiones y dilemas sobre los modelos de captación y adoctrinamiento empleados por los distintos grupos y organizaciones a la hora de incorporar nuevos integrantes a las diferentes organizaciones.
El objetivo no es realizar un análisis exhaustivo de la génesis de la radicalización, si no intentar aportar distintas variables que permitan esclarecer una cuestión aparentemente ilógica y sin un sentido definido.
El primer contacto con las “novias yihadistas”
El tránsito y los primeros pasos, donde se inician los contactos con las receptoras potenciales de los mensajes radicales, se encuentran ciertamente muy dispersos y son variados desde el punto de vista de la metodología de captación utilizada.
La auto radicalización a través de los vídeos de propaganda de los distintos grupos terroristas se encuentra dentro de una de las variables utilizadas. Jóvenes que encuentran una nueva liberación y un sentido diferente a la rutinaria actividad social, apelando a un bien mayor. La nueva cultura adolescente, donde la interacción directa y constante con diferentes RRSS, coadyuva a la diversificación y amplificación de las potenciales destinatarias, donde la simple curiosidad precipita la captación inicial y la curiosidad que despiertan los precitados mensajes de llamada a la acción.
Como se puede apreciar en numerosos testimonios aportados por antiguas integrantes de las organizaciones en la órbita de “DAESH” (1), (informe de Free Yezidi Foundation citó una publicación de 2017 del Servicio General de Inteligencia y Seguridad de los Países Bajos -AIVD-, titulada ‘Mujeres yihadistas, una amenaza que no debe subestimarse’) la identificación recurrente de las mujeres como víctimas del entramado de etiología yihadista favorece la captación por parte de mujeres, altamente radicalizadas y adoctrinadas.
Distintos estudios realizados en nuestro país (Vicente, 2020) identifican que los contextos de radicalización oscilan desde escenarios de inoculación micro, como la familia y el entorno de grupo de iguales; hasta escenarios más complejos en el ámbito macro, como el Ciberespacio, un entramado que contempla e interacciona de manera alternativa los mundos Offline y Online. Mucho más estudiado y premeditado de lo que pudiera parecer, favorece la captación de jóvenes adolescentes.
La radicalización de la mujer en el contexto sociocultural actual
Los trabajos desarrollados al efecto por Milton y Dodwell (2018), tomando los datos aportados por Combating Terrorism Centre at West Point, tuvieron acceso a una serie de material incautado, en diversas operaciones de contraespionaje, de anotaciones manuscritas Guesthouse list (2) sobre la recepción de las mujeres en los distintos enclaves yihadistas. Estos autores identificaron que los precitados informes desarrollan el seguimiento que distintas mujeres, ligadas a distintas organizaciones terroristas de etiología yihadista, habían confeccionado para la captación y asimilación a las precitadas organizaciones, con un listado que abarca un total de 1.139 mujeres, con un detallado desarrollo sociográfico de las mismas.
El papel activo de la mujer en las zonas de conflicto
El constante progreso de las organizaciones terroristas relacionadas con el integrismo islámico ha provocado que las principales teorías y estrategias de los Estados occidentales se encuentren confundidos con el papel que las mujeres de nueva integración, denominadas tradicionalmente como “novias yihadistas”, proyecten una realidad mucho más compleja de lo que en un principio pudiera parecer.
El desarrollo de los estudios de Milton y Dodwell (2018) sobre la evolución de la relevancia y especificidad de las aportaciones por dichas integrantes en las cédulas terroristas, en particular, tras el minucioso escrutinio de la Guesthouse list, resulta contrastado la voluntariedad y conocimiento de las actividades violentas que pueden y desean realizar las nuevas integrantes de la organización. Una realidad dicotómica con la identificación como víctima radicalizada y supuestamente engañada, que se mantenía en la actualidad, resultando un análisis demasiado reduccionista para la complejidad de la realidad vigente del terrorismo yihadista.
¿Nuevos parias o infiltradas bajo el estigma de víctimas?
Para entender el delito y sus ramificaciones, buena parte de dicho conocimiento pasa por la identificación, comprensión y escrutinio de las víctimas, como elemento definitorio a la hora de acometer, de manera holística, la problemática de la radicalización de la sociedad europea.
La perspectiva e identificación del concepto victimológico radica en la interacción victima-delincuente, de los contextos que les delimitan y todos aquellos factores de oportunidad que cohabitan en las relaciones, tanto intrapersonales como interpersonales, donde como desarrolla Fattah (2014) “los roles de víctima/ agresor no son necesariamente antagónicos, pero son frecuentemente complementarios e intercambiables”.
De esta manera, en línea a lo que desarrolla Fattah (2010), la evolución de las “novias yihadistas”, dentro de un contexto victimológico, podrían encuadrarse dentro de un proceso de transformación, desde colaboradores necesarios para la perpetración de atentados yihadista, prestando apoyo directo o logístico a las distintas cédulas en la organización a “víctimas socialmente prescindibles”, donde desde la perspectiva sociocultural y religiosa islámica, el colectivo femenino se encuentra absolutamente marginado en su comunidad, relegado a labores domésticas de mantenimiento de la estructura social.
La Teoría de la Compensación como hipótesis para comprender las claves del adoctrinamiento
Llegados a este punto, el planteamiento que se propone se identifica en los sistemas sociales, las relaciones intrafamiliares y los tipos educativos actuales en la sociedad del primer mundo, los cuales favorecen la captación de la cultura radical.
Especialmente, se plantea la hipótesis de la inferencia de la ruptura de los vínculos familiares y la desconexión que provocan dichas sinergias para establecer vínculos exógenos de compensación psicoafectiva, las cuales se relacionan con la Delincuencia organizada y, más concretamente, con la Radicalización de la Yihad, en los contextos desestructurados familiares en verdaderos Factores de Riesgo para propiciar los precitados vínculos criminales.
Para ello resulta de especial relevancia la representación que Bowlby (1969) desarrolla en la Teoría del Apego sobre la interacción intrafamiliar ante las conductas donde: “el comportamiento de apego es concebido como toda forma de conducta que consiste en que un individuo consigue o mantiene proximidad a otra persona diferenciada y preferentemente individual y que es considerada, en general como fuerte y /o más sabia”, donde las estructuras sociales actuales generan diversas maneras de vinculación afectiva que desplazan cuantitativamente, por la ausencia de la estructura familiar en tiempo-espacio (dificultad de conciliar la estructura familiar con las obligaciones laborales).
En este sentido Cyrulnik (2016) destaca que las experiencias traumáticas generan la identificación de diferentes estructuras de apego exógenas a la propia familia, existiendo dos etapas especialmente sensibles a dichos procesos, la adolescencia y la senectud. La estructura terrorista actuaría de esta manera como elemento compensatorio de la figura paterna, el cual se identificaría con la figura de autoridad, que justificaría el acatamiento de la férrea doctrina y comportamiento asertivo y sumiso de las jóvenes, donde en etapas adolescentes, se encuentran en procesos de reafirmación constante.
Ante tal circunstancia, la limitación de la estructura social que pudiera realizar un efecto compensador ante la dialéctica extremista, en ausencia del vínculo familiar y social, la norma prescriptiva de aprobación de la conducta se encuentra limitada al discurso radical integrista, cumpliendo el objetivo primigenio de aislar a la nuevas aspirantes, de cualquier vinculación con su actual círculo, que le pudiera deslegitimar o reprobar las actitudes y comportamientos que se pretenden instaurar con la nueva identidad (Cialdini y Trost, 1998).
Discusión y Conclusiones
Como elemento sintético, la experiencia de las novias yihadistas, lejos de representar un peligro para la sociedad, puede ser tomado como una baza para la integración y reeducación de las “nuevas novias”, que se encuentran en un proceso incipiente de adoctrinamiento, si se realizan los adecuados elementos de prevención contra la radicalización, desde una perspectiva de intervención primaria y secundaria.
Por ello, se estima que la estrategia de las distintas Administraciones se antoja equivocada, determinando la exclusión y negando la incorporación a la sociedad de mujeres que han sufrido, ya sea por propia iniciativa o por ser víctimas de la propia sociedad en los territorios en conflicto, al entender que suponen la pérdida de activos importantes a la hora de implementar elementos de contención, en los círculos de mayor peligro de radicalización, basados en la verdaderas vivencias y experiencias, que pueden servir como elemento disuasorio y deslegitimador del discurso de etiología yihadista.
Así mismo, desde el punto de vista de inteligencia se pierden activos de vital importancia que contienen un conocimiento en primera persona, de las actividades y formas de vida dentro de las propias organizaciones terroristas, tanto en los elementos de contraespionaje, como a la hora de adecuar las estrategias de prevención primaria y secundaria en nuevos escenarios y hacia futuras víctimas de la radicalización.
- Este artículo es un resumen; puedes consultar el artículo en su totalidad en el siguiente enlace: https://www.dropbox.com/s/qfruommgdkm1zha/Las%20novias%20de%20la%20yihad.pdf?dl=0
(1) https://www.semanariohebreojai.com/articulo/2171/mujeres+victimas+perpetradores
(2) Denominación de la Agenda o listado donde se hace referencia a las mujeres hospedadas en su llegada a las zonas de conflicto, según investigaciones de Milton y Dodwell (2018).
Referencias bibliográficas:
Bowlby, J. (1969), Attachment and Loss. Volume 1: Attachment. Londres: Hogarth Press. Nueva York: Basic Books. Harmondsworth: Penguin Books (1971)
Bradford, A. (2015). Western Women Who Join the Islamic State. Terrorism Monitor, XIII (9), 3-5.
Cialdini, R.E. y Trost, M.R. (1998). Social influence: Social norms, conformity, and compliance. En D.T. Gilbert, S.T. Fiske y G. Lindzey (Eds.), The handbook of social psychology 2, (pp. 151-192). Nueva York: McGraw-Hill.
Cyrulnik, B. y Anaut, M. (2016) ¿Por qué la resiliencia?: lo que nos permite reanudar la vida. Editorial Gedisa, Barcelona (España).
Fattah, Ezzat A. (1991). Understanding Criminal Victimization, Scarborough, Ont.: Prentice Hall Canada.
Fattah, Ezzat A. (2010), “The Evolution of a Young, Promising Discipline. Sixty Years of Victimology, a Retrospective and Prospective Look”, en International Handbook of Victimology (Shoham-Knepper-Kett), 43-94.
Fattah, Ezzat A. (2014). Victimología: pasado, presente y futuro. Revista electrónica de ciencia penal y criminología, 33(1), 1-33.
Khelghat-Doost, H. (2017). Women of the Caliphate: the Mechanism for Women’s Incorporation into the Islamic State (IS). Perspectives on Terrorism, 11 (1), 17-25.
Milton, D., & Dodwell, B. (2018). Jihadi Brides? Examining a Female Guesthouse Registry from the Islamic State’s Caliphate. CTC Sentinel, 11(5), 16-22.
Vicente, A. (2020) Cómo los agentes radicalizadores movilizan a los menores al yihadismo: un estudio cualitativo en España, Ciencias del comportamiento del terrorismo y la agresión política, DOI: 10.1080 / 19434472.2020.1800063