Artículo escrito por Alba Baca Cervera
La trata de personas con fines de explotación sexual es un problema que goza de extrema gravedad en nuestro país. Esta es una realidad que afecta día a día a mujeres y niñas mayoritariamente, que ven cómo la situación de vulnerabilidad en sus países de origen es aprovechada tanto por personas relativamente cercanas como por personas de nacionalidad española para ser posteriormente traídas a España con un destino muy diferente al que imaginan.
En España, el fenómeno de la prostitución ha mutado considerablemente en las últimas décadas. Existe una mayoría indiscutible de mujeres extranjeras (80 – 90 por ciento), procedentes de países no pertenecientes al Espacio Schengen. Principalmente, los estudios realizados demuestran que las mujeres que ejercen la prostitución en nuestro país proceden mayoritariamente de cuatro zonas: Europa del Este (especialmente Rumanía), América Latina (República Dominicana, Paraguay, Venezuela y Brasil), África subsahariana (Nigeria) y Asia (China).
En primer lugar, es necesario resaltar la diferencia entre tráfico de personas migrantes y trata de personas. En el primer fenómeno, existe consentimiento de las víctimas al realizar estas un pago para alcanzar el objetivo, el cruce de fronteras. En cuanto a la trata de personas, no existe consentimiento real por parte de las víctimas puesto que a pesar de existir este se considera viciado, al haber sido dado mediando engaño, abuso de poder, coacción o violencia. Además, en la trata de personas existe siempre como objetivo final una explotación de la víctima, limitando su libertad, y no siempre encontramos presente el carácter transnacional.
A pesar de que ambos fenómenos se entremezclan en ocasiones, al pagar la víctima por un desplazamiento transnacional y resultar explotada al llegar al destino, y la existencia común del hecho de que el perpetrador obtenga beneficio económico o lucro, es necesario abordarlos de forma diferenciada.
La trata de personas constituye una grave vulneración de los derechos humanos regulada en el artículo 177 bis de nuestro Código Penal y el tráfico de migrantes constituye un delito contra el Estado al tener como fin la transgresión de las leyes migratorias.
Una de las características que tienen en común todas las víctimas de trata es la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran previamente a la victimización, ya sea debido a su situación de pobreza o a la situación de inestabilidad política o conflicto armado en la que se encuentra sumida su región.
La prostitución en España se realiza principalmente en tres escenarios diferentes: la calle, los locales de alterne y los pisos o casas de citas. En la actualidad, hay menos locales de alterne y muchos más pisos o casas de citas, al ser mucho más fácil escapar del control policial de este modo y conseguir también un abaratamiento de costes y la obtención de un mayor beneficio económico.
Respecto a las mujeres que ejercen en la calle, suelen situarse en polígonos industriales, carreteras o parkings. Este es el escenario en el que existe más peligrosidad y en el que se encuentran más mujeres procedentes de África subsahariana.
Dentro de las formas relativamente nuevas, encontramos las “peluquerías”, pantalla tras la que se esconde la prostitución de mujeres asiáticas. Sobre este tipo en concreto, se tiene muy poco conocimiento dado que la prostitución forzada en víctimas de trata asiáticas es aún más hermética que el resto, al ser también asiáticos los tratantes, proxenetas y clientes.
En referencia a las cifras de víctimas dadas por los diferentes organismos, es fundamental comentar la falta de correlación entre la situación real y los números estadísticos. Está claro que los individuos que llevan a cabo estas conductas delictivas pertenecen a organizaciones criminales presentes en diferentes países, hecho que junto con la extrema vulnerabilidad en la que se encuentran las víctimas, muchas veces explotadas bajo la constante amenaza de que sus familiares se vean perjudicados o atacados en caso de no realizar el trabajo que se les exige, y la satisfacción de una deuda que se alarga eternamente, hace prácticamente imposible la identificación y cuantificación real de estas víctimas.
El Plan Integral contra la Trata del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad recogía la cifra de 900 víctimas identificadas en el año 2014 y 367 víctimas en 2017, según la Memoria de la Fiscalía General del Estado.
Igual de controvertidas son las cifras respecto al lucro económico obtenido en relación a la trata de personas. El Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) estimó en su “Informe de Situación de la Trata de seres humanos con fines de explotación sexual en España” de 2012, que los ingresos relacionados con la prostitución podrían alcanzar en torno a los 3.024 millones de euros anuales. Cabe aclarar que estos datos se refieren a la prostitución general, aunque es evidente la relevancia de estos teniendo en cuenta que el destino principal de las víctimas de trata es la explotación sexual y que la mayoría de mujeres que ejercen la prostitución son extranjeras. Por otro lado y según estudios recientes, el dinero que mueve la trata con fines de explotación sexual en España se encuentra en un intervalo de 30 y 700 millones de euros anuales (Meneses-Falcón y Urío, 2021).
No obstante, los datos anteriores corresponden a suposiciones y estimaciones, puesto que se desconoce el alcance real que tiene la explotación sexual de víctimas de trata en el flujo económico. Aun así, la relevancia es tanta que según EUROPOL constituye la segunda fuente de ingresos “ilícitos” de la delincuencia, por detrás del tráfico de drogas y prácticamente al mismo nivel que el tráfico de armas.
Son varios los obstáculos que enfrentan las víctimas de trata cuando intentan salir de la situación de explotación sexual. Desde el punto de vista jurídico, es fundamental la denuncia a sus tratantes para iniciar el proceso judicial, del cual desconocen el funcionamiento y las diferentes etapas que se pueden dilatar en el tiempo, hecho que conjuntamente con la situación irregular en la que se encuentran, muchas veces sin documentación o permisos de residencia o trabajo, complican mucho la situación. Además, es poca la protección real que reciben tras denunciar, tanto ellas como los familiares que están en sus países de origen. Es fundamental aquí la colaboración estrecha entre ONGs y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que no siempre sucede ni transcurre como debería.
Socialmente, es escasa la sensibilización de los profesionales de entes jurídicos o sanitarios dada su poca o inexistente formación en este aspecto. Respecto a la población en general, parece que destaca mucho más la etiqueta de “prostituta” que la de “víctima de trata”, circunstancias que causan que el trato recibido por las víctimas tras dar el paso e intentar salir de esa situación no sea tan adecuado y sensible como cabría esperar.
Así mismo, la especialización también pasa por disponer de recursos para destinar a estas víctimas y de cauces específicos para destinar a aquellas personas que presentan adicción a drogas, problema presente en muchos de los casos.
España es el país europeo en el que más prostitución se consume y el tercer país a nivel mundial. En el único estudio disponible, el 27,3% de los hombres manifestó haber tenido alguna vez en la vida relaciones sexuales pagadas, y el 6,7% en los doce meses anteriores a la realización de dicha encuesta (Encuesta de Salud y Hábitos Sexuales del INE, 2003). Al no disponer de cifras más recientes, no podemos saber si la tendencia ha cambiado. Sin embargo, expertos como Rocío Nieto, de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP) muestran actualmente su preocupación respecto al aumento notable de jóvenes en el consumo de prostitución.
En conclusión, la situación actual española respecto a las víctimas de trata explotadas sexualmente es bastante difícil. Existe mucha controversia respecto a cómo regular este fenómeno, si castigar más gravemente a aquellos actores ya contemplados o prever penas para aquellos no castigados, al estar situada la prostitución en el limbo de la alegalidad. Mientras son muchos los lucrados y beneficiados con este fenómeno, entre ellos tratantes y proxenetas, la población en general parece que normaliza el consumo de prostitución pese a conocer que en la mayoría de casos las mujeres están siendo explotadas; pero es más cómodo invisibilizar a estas mujeres e ignorar realidades ajenas.
El cambio y la mejora en el modo de afrontar la situación de estas víctimas pasa por reformas legales, pero también necesariamente por un cambio social y unas medidas educativas y de sensibilización que las acompañen. ¿Cómo esperar un cambio en el fenómeno de la trata de personas con fines de explotación sexual si “irse de putas” goza de alarmante normalidad en España?
Referencias:
Eurostat (2020). Data collection on Trafficking in Human Beings in the EU. Luxemburgo: Unión Europea. https://ec.europa.eu/anti-trafficking/sites/default/files/study_on_data_collection_on_trafficking_in_human_beings_in_the_eu.pdf
Meneses Falcón, C. , & Urío, S. (2021). La trata con fines de explotación sexual en España: ¿Se ajustan las estimaciones a la realidad?. REIS: Revista Española de Investigaciones Sociológicas, (174), 89-108. http://dx.doi.org/10.5477/cis/reis.174.89
Meneses Falcón, M. D. C., Uroz Olivares, J., Rúa Vieites, A., Gortázar Rotaeche, C., & Castaño Reyero, M. J. (2015). Apoyando a las Víctimas de Trata. Las necesidades de las mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual desde la perspectiva de las entidades especializadas y profesionales involucrados. Propuesta para la sensibilización contra la trata. http://www.violenciagenero.msssi.gob.es/violenciaEnCifras/estudios/investigaciones/2015/pdf/Apoyando_Victimas_Trata.pdf.
Meneses Falcón, C. (2019). ¿Por qué se identifican tan pocas víctimas de trata de seres humanos?. Icade. Revista de la Facultad De Derecho, (107). https://doi.org/10.14422/icade.i107.y2019.001
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (2015). Plan Integral de lucha contra la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, 2015-2018.
Ruiz, J. L. S. (2011). La trata de seres humanos con fines de explotación sexual: análisis conceptual e histórico. Presentado en Actas Del I Congreso Internacional Sobre Migraciones En Andalucía, 915-923. https://violenciagenero.igualdad.gob.es/en/otrasFormas/trata/normativaProtocolo/informes/DOC/SeguimientoInformeDefensorPuebloOctubre2013.pdf