Madrid, a 31 de mayo de 2022
El pasado 25 de mayo el Colegio Profesional de la Criminología organizó, dentro de su decidida apuesta por la formación continua de sus colegiados/as y precolegiados/as, una visita guiada al Museo de Antropología Médica, Forense, Paleopatología y Criminalística ‘Profesor Reverte Coma’ situado en la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid.
Ahora, varios de los asistentes han querido compartir con nosotros la fantástica experiencia de una visita guitada por un divulgador del Museo para que otros colegiados y demás amantes de la Criminología puedan pasear pronto por sus instalaciones. Pero recuerda que aunque el pase es gratuito antes hay que pedir cita, ya que desde la pandemia la exposición está abierta solo para grupos interesados.
Los visitantes del Colegio compartieron su fascinación por los objetos de vudú, cráneos trepanados medievales, armas de un crimen, restos humanos óseos, restos cadavéricos de casos criminales, plantas y animales venenosos, proyectiles, momias de hace más de 2.000 años, objetos de terrorismo y narcotráfico y todo lo que tiene que ver con el crimen y la investigación policial con los que se encontraron.
El museo fue creado en 1996 por el profesor Reverte Coma, a quien enviaban piezas de diferentes partes del mundo que quiso exponer públicamente para los alumnos. Tras una remodelación y reapertura en 2009, hoy consta de 1.500 piezas y una colección de unos 800 cráneos. La muestra está orientada a la investigación y a la docencia, así como a la difusión de sus fondos a investigadores, estudiantes y público en general.
El Museo se organiza en varias salas. La primera se divide en cuatro secciones: Historia de la Investigación, Odontología, Criminalística y Antropología Forense, que relatan los inicios de la investigación antropológica en España y se muestran las aplicaciones de esta disciplina a la Medicina Forense y Criminalística. La Sala 2 contiene una única sección dedicada a la Antropología Evolutiva con una importante colección de reproducciones paleontológicas que ilustran los grandes hitos de la evolución humana.
Por su parte, la Sala 3, una de las más interesantes para nuestros colegiados, está organizada en Paleopatología, Antropología Cultural y Etnomedicina. En la primera se reúnen restos óseos antiguos con interesantes patologías. En la segunda se presentan algunos ejemplos de la modificación con carácter ritual del cuerpo humano en diferentes épocas y áreas geográficas; y, en la tercera, se dan a conocer ciertos remedios naturales, otros mágicos y también medicamentos de origen industrial utilizados para luchar contra la enfermedad.
Por último, la Sala 4 está dedicada a las momificaciones históricas. Reúne un excepcional conjunto de momias egipcias y andinas, testimonio de un fenómeno tan humano como universal como el intento de alcanzar la eternidad por medio de la conservación del cuerpo tras la muerte.
A nuestra vocal de Formación y Apoyo a la Comunicación, Victoria Pascual, le llamó la atención sobremanera conocer y ver ‘in situ’ elementos de tortura y de ejecución de penas de muerte como un garrote vil, proveniente de la cárcel de Carabanchel. “El garrote que se puede ver en el museo está instalado en un soporte de madera con banquillo, donde se sentaba el condenado, y fue utilizado en varias ejecuciones a principios del siglo XX”, detalla Victoria, que también se interesó por las explicaciones de las diferentes marcaciones de los restos óseos para clasificar el sexo, la edad, las enfermedades o incluso el tipo de muerte que sufrieron.
La vocal de la Junta del Colegio recomienda también visitar las vitrinas con las armas fabricadas por los reclusos, al igual que el descubrimiento de la momia más pequeña del mundo, situada junto a la no menos impresionante momia andina recogida en proceso de saponización.
Por su parte, Pilar Rodríguez Ribada, vocal de la Comisión de Estudios y Publicaciones del Colegio, confesó que durante las dos horas de visita por el Museo ‘Profesor Reverte Coma’ también le cautivaron los objetos y tipos de pinchos y armas blancas confeccionadas por los presos y confiscados por los carceleros. “Lo más sorprendente fue encontrarnos con la ‘cara’ que un recluso creó con miga de pan y pelo propio para dejar en su catre mientras él trataba de fugarse”, relató.
Para Pilar, fue un elemento imperdible de la visita la estancia relacionada con distintas enfermedades y las vitrinas con objetos de vudú, tótems africanos, cráneos medievales, armas de un crimen, restos humanos óseos, piezas dentales y todo lo relacionado con tatuajes, creencias religiosas y elementos utilizados para rituales, tal como fetiches y amuletos.
David Dorado, vocal suplente de la Junta de Gobierno del Colegio, comparte las impresiones de sus compañeras y señala otros elementos destacables de la visita, como las réplicas de homínidos y la selección de primates; la parte de Etnomedicina, que reúne medicamentos antiguos, entre ellos una colección de los inicios de la farmacéutica Merck; y elementos violentos para el cumplimiento de penas y/o confesión de delitos como una guillotina, un ‘quebrantarodillas o un ‘aplastacabezas’. “Una exposición muy completa y divertida. Ha sido verdadera clase práctica de Medicina Legal”, resumió Dorado.