Category: Prevención de Radicalización Violenta

Las novias de la Yihad: Claves para entender la radicalización

Las novias de la yihad:

Claves para entender la radicalización

GRUPO DE TRABAJO PREVENCIÓN DE LA RADICALIZACIÓN VIOLENTA
del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid

 

Introducción

En una sociedad altamente globalizada, donde el acceso a la información se puede realizar de manera casi instantánea, resulta desconcertante y paradójico la manipulación y los efectos del radicalismo de etiología yihadista, que provoca en los “nuevos fieles” a la causa radical.

Más si cabe, si los destinatarios son mujeres, donde el papel de las féminas dentro de las organizaciones de etiología yihadista dista mucho de ser un cuento de hadas.

Ante tal realidad nos encontramos diferentes cuestiones y dilemas sobre los modelos de captación y adoctrinamiento empleados por los distintos grupos y organizaciones a la hora de incorporar nuevos integrantes a las diferentes organizaciones.

El objetivo no es realizar un análisis exhaustivo de la génesis de la radicalización, si no intentar aportar distintas variables que permitan esclarecer una cuestión aparentemente ilógica y sin un sentido definido.

 

El primer contacto con las “novias yihadistas”

El tránsito y los primeros pasos, donde se inician los contactos con las receptoras potenciales de los mensajes radicales, se encuentran ciertamente muy dispersos y son variados desde el punto de vista de la metodología de captación utilizada.

La auto radicalización a través de los vídeos de propaganda de los distintos grupos terroristas se encuentra dentro de una de las variables utilizadas. Jóvenes que encuentran una nueva liberación y un sentido diferente a la rutinaria actividad social, apelando a un bien mayor. La nueva cultura adolescente, donde la interacción directa y constante con diferentes RRSS, coadyuva a la diversificación y amplificación de las potenciales destinatarias, donde la simple curiosidad precipita la captación inicial y la curiosidad que despiertan los precitados mensajes de llamada a la acción.

Como se puede apreciar en numerosos testimonios aportados por antiguas integrantes de las organizaciones en la órbita de “DAESH” (1), (informe de Free Yezidi Foundation citó una publicación de 2017 del Servicio General de Inteligencia y Seguridad de los Países Bajos -AIVD-, titulada ‘Mujeres yihadistas, una amenaza que no debe subestimarse’) la identificación recurrente de las mujeres como víctimas del entramado de etiología yihadista favorece la captación por parte de mujeres, altamente radicalizadas y adoctrinadas.

Distintos estudios realizados en nuestro país (Vicente, 2020) identifican que los contextos de radicalización oscilan desde escenarios de inoculación micro, como la familia y el entorno de grupo de iguales; hasta escenarios más complejos en el ámbito macro, como el Ciberespacio, un entramado que contempla e interacciona de manera alternativa los mundos Offline y Online. Mucho más estudiado y premeditado de lo que pudiera parecer, favorece la captación de jóvenes adolescentes.

 

La radicalización de la mujer en el contexto sociocultural actual

Los trabajos desarrollados al efecto por Milton y Dodwell (2018), tomando los datos aportados por Combating Terrorism Centre at West Point, tuvieron acceso a una serie de material incautado, en diversas operaciones de contraespionaje, de anotaciones manuscritas Guesthouse list (2) sobre la recepción de las mujeres en los distintos enclaves yihadistas. Estos autores identificaron que los precitados informes desarrollan el seguimiento que distintas mujeres, ligadas a distintas organizaciones terroristas de etiología yihadista, habían confeccionado para la captación y asimilación a las precitadas organizaciones, con un listado que abarca un total de 1.139 mujeres, con un detallado desarrollo sociográfico de las mismas.

 

El papel activo de la mujer en las zonas de conflicto

El constante progreso de las organizaciones terroristas relacionadas con el integrismo islámico ha provocado que las principales teorías y estrategias de los Estados occidentales se encuentren confundidos con el papel que las mujeres de nueva integración, denominadas tradicionalmente como “novias yihadistas”, proyecten una realidad mucho más compleja de lo que en un principio pudiera parecer.

El desarrollo de los estudios de Milton y Dodwell (2018) sobre la evolución de la relevancia y especificidad de las aportaciones por dichas integrantes en las cédulas terroristas, en particular, tras el minucioso escrutinio de la Guesthouse list, resulta contrastado la voluntariedad y conocimiento de las actividades violentas que pueden y desean realizar las nuevas integrantes de la organización. Una realidad dicotómica con la identificación como víctima radicalizada y supuestamente engañada, que se mantenía en la actualidad, resultando un análisis demasiado reduccionista para la complejidad de la realidad vigente del terrorismo yihadista.

 

¿Nuevos parias o infiltradas bajo el estigma de víctimas?

Para entender el delito y sus ramificaciones, buena parte de dicho conocimiento pasa por la identificación, comprensión y escrutinio de las víctimas, como elemento definitorio a la hora de acometer, de manera holística, la problemática de la radicalización de la sociedad europea.

La perspectiva e identificación del concepto victimológico radica en la interacción victima-delincuente, de los contextos que les delimitan y todos aquellos factores de oportunidad que cohabitan en las relaciones, tanto intrapersonales como interpersonales, donde como desarrolla Fattah (2014) “los roles de víctima/ agresor no son necesariamente antagónicos, pero son frecuentemente complementarios e intercambiables”.

De esta manera, en línea a lo que desarrolla Fattah (2010), la evolución de las “novias yihadistas”, dentro de un contexto victimológico, podrían encuadrarse dentro de un proceso de transformación, desde colaboradores necesarios para la perpetración de atentados yihadista, prestando apoyo directo o logístico a las distintas cédulas en la organización a “víctimas socialmente prescindibles”, donde desde la perspectiva sociocultural y religiosa islámica, el colectivo femenino se encuentra absolutamente marginado en su comunidad, relegado a labores domésticas de mantenimiento de la estructura social.

 

La Teoría de la Compensación como hipótesis para comprender las claves del adoctrinamiento

Llegados a este punto, el planteamiento que se propone se identifica en los sistemas sociales, las relaciones intrafamiliares y los tipos educativos actuales en la sociedad del primer mundo, los cuales favorecen la captación de la cultura radical.

Especialmente, se plantea la hipótesis de la inferencia de la ruptura de los vínculos familiares y la desconexión que provocan dichas sinergias para establecer vínculos exógenos de compensación psicoafectiva, las cuales se relacionan con la Delincuencia organizada y, más concretamente, con la Radicalización de la Yihad, en los contextos desestructurados familiares en verdaderos Factores de Riesgo para propiciar los precitados vínculos criminales.

Para ello resulta de especial relevancia la representación que Bowlby (1969) desarrolla en la Teoría del Apego sobre la interacción intrafamiliar ante las conductas donde: “el comportamiento de apego es concebido como toda forma de conducta que consiste en que un individuo consigue o mantiene proximidad a otra persona diferenciada y preferentemente individual y que es considerada, en general como fuerte y /o más sabia”, donde las estructuras sociales actuales generan diversas maneras de vinculación afectiva que desplazan cuantitativamente, por la ausencia de la estructura familiar en tiempo-espacio (dificultad de conciliar la estructura familiar con las obligaciones laborales).

En este sentido Cyrulnik (2016) destaca que las experiencias traumáticas generan la identificación de diferentes estructuras de apego exógenas a la propia familia, existiendo dos etapas especialmente sensibles a dichos procesos, la adolescencia y la senectud. La estructura terrorista actuaría de esta manera como elemento compensatorio de la figura paterna, el cual se identificaría con la figura de autoridad, que justificaría el acatamiento de la férrea doctrina y comportamiento asertivo y sumiso de las jóvenes, donde en etapas adolescentes, se encuentran en procesos de reafirmación constante.

Ante tal circunstancia, la limitación de la estructura social que pudiera realizar un efecto compensador ante la dialéctica extremista, en ausencia del vínculo familiar y social, la norma prescriptiva de aprobación de la conducta se encuentra limitada al discurso radical integrista, cumpliendo el objetivo primigenio de aislar a la nuevas aspirantes, de cualquier vinculación con su actual círculo, que le pudiera deslegitimar o reprobar las actitudes y comportamientos que se pretenden instaurar con la nueva identidad (Cialdini y Trost, 1998).

 

Discusión y Conclusiones

Como elemento sintético, la experiencia de las novias yihadistas, lejos de representar un peligro para la sociedad, puede ser tomado como una baza para la integración y reeducación de las “nuevas novias”, que se encuentran en un proceso incipiente de adoctrinamiento, si se realizan los adecuados elementos de prevención contra la radicalización, desde una perspectiva de intervención primaria y secundaria.

Por ello, se estima que la estrategia de las distintas Administraciones se antoja equivocada, determinando la exclusión y negando la incorporación a la sociedad de mujeres que han sufrido, ya sea por propia iniciativa o por ser víctimas de la propia sociedad en los territorios en conflicto, al entender que suponen la pérdida de activos importantes a la hora de implementar elementos de contención, en los círculos de mayor peligro de radicalización, basados en la verdaderas vivencias y experiencias, que pueden servir como elemento disuasorio y deslegitimador del discurso de etiología yihadista.

Así mismo, desde el punto de vista de inteligencia se pierden activos de vital importancia que contienen un conocimiento en primera persona, de las actividades y formas de vida dentro de las propias organizaciones terroristas, tanto en los elementos de contraespionaje, como a la hora de adecuar las estrategias de prevención primaria y secundaria en nuevos escenarios y hacia futuras víctimas de la radicalización.

(1)  https://www.semanariohebreojai.com/articulo/2171/mujeres+victimas+perpetradores

(2)  Denominación de la Agenda o listado donde se hace referencia a las mujeres hospedadas en su llegada a las zonas de conflicto, según investigaciones de Milton y Dodwell (2018).

 

Referencias bibliográficas:

Bowlby, J. (1969), Attachment and Loss. Volume 1: Attachment. Londres: Hogarth Press. Nueva York: Basic Books. Harmondsworth: Penguin Books (1971)

Bradford, A. (2015). Western Women Who Join the Islamic State. Terrorism Monitor, XIII (9), 3-5.

Cialdini, R.E. y Trost, M.R. (1998). Social influence: Social norms, conformity, and compliance.   En D.T. Gilbert, S.T. Fiske y G. Lindzey (Eds.), The handbook of social psychology 2, (pp. 151-192). Nueva York: McGraw-Hill.

Cyrulnik, B. y Anaut, M. (2016) ¿Por qué la resiliencia?: lo que nos permite reanudar la vida. Editorial Gedisa, Barcelona (España).

Fattah, Ezzat A. (1991). Understanding Criminal Victimization, Scarborough, Ont.: Prentice Hall Canada.

Fattah, Ezzat A. (2010), “The Evolution of a Young, Promising Discipline. Sixty Years of Victimology, a Retrospective and Prospective Look”, en International Handbook of Victimology (Shoham-Knepper-Kett), 43-94.

Fattah, Ezzat A. (2014). Victimología: pasado, presente y futuro. Revista electrónica de ciencia penal y criminología33(1), 1-33.

Khelghat-Doost, H. (2017). Women of the Caliphate: the Mechanism for Women’s Incorporation into the Islamic State (IS). Perspectives on Terrorism, 11 (1), 17-25.

Milton, D., & Dodwell, B. (2018). Jihadi Brides? Examining a Female Guesthouse Registry from the Islamic State’s Caliphate. CTC Sentinel11(5), 16-22.

Vicente, A. (2020) Cómo los agentes radicalizadores movilizan a los menores al yihadismo: un estudio cualitativo en España, Ciencias del comportamiento del terrorismo y la agresión política, DOI: 10.1080 / 19434472.2020.1800063

 

Terrorismo de etiología yihadista y Covid-19. Camino hacia la adaptación

La pandemia provocada por el Covid-19 ha puesto en jaque la sostenibilidad, tanto económica como social, del Estado de Bienestar en buena parte del planeta. La gran cantidad de decesos, el colapso sanitario, las caídas de la bolsa, el desplome de la economía a nivel mundial, el cierre o suspensión de la actividad de multinacionales y empresas medianas y pequeñas, las elevadas personas sin prestación económica debido al cese de la actividad, etc., han colocado en una posición muy vulnerable a muchos Estados. Dicha vulnerabilidad está siendo aprovechada por grupos terroristas; tanto Al- Qaeda como Daesh están haciendo uso de esta crisis mundial para su propio beneficio.

El análisis realizado por varios expertosevidencia que, aunque muchos diesen por desactivados a estos grupos terroristas –la gran mayoría de analistas, incluido este grupo de trabajo, nunca han dado como plausible tal posibilidad– la realidad es que su actividad se está viendo encaminada a ganar más adeptos a su causa. Tales son las conclusiones expuestas por el estudio realizado en Elcano de mano de Sergio Altuna Galán y Carola García-Calvo. Por otro lado, en el período comprendido desde la crisis sanitaria del Covid-19 estamos asistiendo a un importante repunte de ataques de Daesh tanto en el norte de Iraq como en Siria2 , aprovechando que los gobiernos de estos países han pasado a priorizar la contención del virus.

El impacto que ha tenido el virus en comunidades musulmanas ha sido mucho menor hasta el momento que en otras zonas del planeta, con un total de 270.748 contagios, 9.078 muertes y 132.034 recuperados en todo el conjunto de países que conforman la zona del Mediterráneo Oriental, atendiendo a los datosaportados por los propios países. Esto ha favorecido que los grupos salafistas se hayan hecho eco de este factor alegando la pandemia como un castigo divino de Alá a todos los infieles.

Los autores (Sergio Altuna Galán y Carola García-Calvo) coinciden en que las medidas tomadas por algunos Gobiernos están sirviendo para orientar las estrategias de los grupos radicales, no solo para operar dentro de los países occidentales (un ataque terrorista que golpearía duramente un sistema sanitario ya sobrepasado), sino en los propios Estados en los que hasta hace poco tenían bajo su dominio extensas zonas (por medio de la reconquista de los territorios perdidos a causa de un repliegue de las tropas extranjeras en las zonas de conflicto y la merma de determinados ejércitos de países de estas zonas a consecuencia del virus).

El problema, no obstante, también se vislumbra dentro de los mismos países musulmanes. Algunas de las medidas sanitarias que se han tomado para evitar el aumento de contagios han incluido el cierre de mezquitas públicas. Ello ha provocado una reorganización de los encuentros para los rezos en un ámbito mucho más privado y lejos del control de las autoridades, un hecho que puede favorecer el aumento de los procesos de captación y radicalización. Por otro lado, la situación de excepción que se está viviendo por la pandemia puede llevar a estos grupos radicales a actuar y operar de forma que se legitimen4 mediante acciones de solidaridad como tareas de desinfección, entrega de mascarillas o material sanitario, etc.

El discurso salafista no ha cambiado, simplemente se ha adaptado a las nuevas circunstancias. El abatimiento psicológico y la visión de un futuro cuanto menos incierto fortifican los preceptos religiosos sugestionando a sus simpatizantes, los cuales se ven cada vez más involucrados y, aunque no representen un papel decisivo dentro de la organización, no dejan de ser importantes a la hora de crear contenido propagandístico que puede ser fácilmente distribuido a través de las redes. Ámbito que, por otra parte, está ganando peso durante este confinamiento: la imposibilidad de salir del domicilio, durante el estado de alarma y en la fase 0, si nos referimos a España, potencia el número de horas que las personas pasan en Internet, haciendo factible un mayor acercamiento entre identificadores, reclutadores y reclutados.

En este aspecto, desde este grupo de trabajo se lanzó en el mes de abril una serie de recomendaciones. Qustodio5 , empresa dedicada al control parental en las nuevas tecnologías, elaboraba un informe indicando que durante este periodo los jóvenes y menores habían aumentado en un 180% su actividad online. Internet, redes sociales, aplicaciones de mensajería, videojuegos y comunicaciones en general son caladeros de los grupos terroristas en la búsqueda de nuevos adeptos, sobre todo en cuanto a la búsqueda de perfiles entre los jóvenes y los menores.

Es recomendable extremar la “vigilancia” del uso de nuestros menores en Internet, el tiempo dedicado, con quién se relaciona, posibles cambios de conducta, etc. Precisamente, el pasado mes de noviembre Europol lanzó una operaciónjunto con Telegram para clausurar miles de cuentas de propaganda de etiología yihadista, lo que hizo que los terroristas “abandonaran” esta aplicación de mensajería hacia otras como Riot o TamTam. En las últimas semanas de confinamiento se observa de nuevo un repunte de canales de propaganda terrorista en Telegram con la clausura de nuevo de casi sesenta mil canales gracias a las herramientas de referencia de contenido disponible para el seguimiento de estos canales tras el acuerdo alcanzado entre Europol y la propia aplicación de mensajería.

En cuanto a nivel operativo de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de los Servicios de Inteligencia, cabe destacar varias detenciones en España dentro del confinamiento y del estado de alarma, como fue la detención en Almería por la Policía Nacionalde uno de los Foreign Terrorist Fighters de Daesh más buscados de Europa; o la detención en Madrid por la Guardia Civil8 de un individuo simpatizante de Daesh por amenazas contra el Rey y contra diversas instituciones del Estado, así como la detención9 de un individuo en Barcelona, profundamente radicalizado, que había jurado fidelidad a Daesh y presentaba la voluntad inminente de llevar a cabo una acción terrorista según los investigadores. Esta última detención se hizo, además, de manera conjunta con la Dirección General de Seguridad del Territorio – DGST marroquí y con la participación destacada del FBI estadounidense.

España debe seguir en alerta, manteniendo las medidas de control oportunas dentro del actual Nivel de Alerta Antiterrorista, Nivel 4. Las manifestaciones emitidas desde los canales oficiales de las organizaciones de etiología yihadistas demuestran un aprovechamiento inusitado de las circunstancias actuales. Desde una página de suplantación de un grupo feminista saharaui en la red social Facebook 10 han estado emitiendo una serie de mensajes en los que al inicio del Ramadán se instaba a no seguir las recomendaciones hechas por la OMS y a salir a la calle. No se debe caer en la idea de su inactividad, pues las amenazas pueden llegar a convertirse en un hecho objetivo y real. La cooperación a nivel nacional y, por supuesto a nivel internacional, debe prevalecer. Más aún cuando el distanciamiento social por el Covid-19 provoca un individualismo muy peligroso.

 

Artículo firmado por el Grupo de Trabajo de Prevención de la Radicalización Violenta del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid

 

1  Altuna Galán, S. y García-Calvo, C. (2020). ¡Castigo de Alá! El movimiento yihadista global ante la crisis del Covid19. ARI. Real Instituto Elcano, 52.

2  Carrión, F. (11 abril 2020). El Estado Islámico aprovecha el coronavirus para recrudecer sus ataques en Irak. El Mundo. Recuperado de: https://www.elmundo.es/internacional/2020/04/11/5e91b0a5fdddff4b378b458b.html

3  Centro de Documentación Europea de Almería (12 de mayo de 2020). Coronavirus. Situación actual en Asia, Oceanía y Mediterráneo Oriental. Recuperado en 13 de mayo de 2020 de https://www.cde.ual.es/coronavirus-situacion-actual-en-asia-oceania-y-mediterraneo-oriental/

4  López, C. (15 de abril de 2020). Así funciona el terrorismo en los tiempos del coronavirus. Atalayar. Recuperado de: https://atalayar.com/content/as%C3%AD-funciona-el-terrorismo-en-los-tiempos-del-coronavirus

5  2020. Qustodio. [PDF] Recuperado de: https://qweb.cdn.prismic.io/qweb/d6bffee3-b2dd-4198-933b 8d65e7289cbd_200324+NP_Tras+el+cierre+de+los+colegios+el+consumo+de+Internet+de+los+menore+espa%C3%B1oles+ha+aumentado+un+180%25.pdf

6  25 de noviembre 2019. Europol. Recuperado de: https://www.europol.europa.eu/newsroom/news/europol-and-telegram-take-terrorist-propaganda-online.

7  21 de abril de 2020.Policía Nacional. Recuperado de: https://www.policia.es/prensa/20200421_2.html 8 30 de abril de 2020. Guardia Civil. Recuperado de: https://www.guardiacivil.es/es/prensa/noticias/7393.html

9  8 de mayo de 2020. Ministerio del Interior. Recuperado de: http://www.interior.gob.es/web/interior/noticias/detalle/-/journal_content/56_INSTANCE_1YSSI3xiWuPH/10180/11850488/?redirect=http%3A%2F%2Fwww.interior.gob.es%2Fprensa%2Fnoticias%3Fp_p_id%3D101_INSTANCE_GHU8Ap6ztgsg%26p_p_lifecycle%3D0%26p_p_state%3Dnormal%26p_p_mode%3Dview%26p_p_col_id%3Dcolumn-2%26p_p_col_count%3D1%26_101_INSTANCE_GHU8Ap6ztgsg_advancedSearch%3Dfalse%26_101_INSTANCE_GHU8Ap6ztgsg_keywords%3D%26_101_INSTANCE_GHU8Ap6ztgsg_delta%3D10%26p_r_p_564233524_resetCur%3Dfalse%26_101_INSTANCE_GHU8Ap6ztgsg_cur%3D2%26_101_INSTANCE_GHU8Ap6ztgsg_andOperator%3Dtrue

10  Amnat Thawra. (22 de abril de 2020). Ellos son secularismo; No a la cuarentena. Facebook. https://www.facebook.com/113951253589860/photos/a.114117120239940/125166465801672/?type=3&theater

Españolas en el Daésh

Hace poco más de seis meses que la periodista de El País Natalia Sancha localizó en el campo de detención de Al Hol, al noroeste de Siria, a tres ciudadanas españolas y una tercera de origen marroquí, pero con residencia también en España.

Y. Martínez Cobos (34 años), L. Fernández Grande (30), y L. Fares (40) viajaron desde España junto a sus maridos a tierras sirias en 2014 y hasta entonces han sobrevivido a la caída territorial de Dáesh. Su última localización en tierras sometidas por los terroristas fue Baguz, último reduzco del Estado Islámico entre la frontera de Siria con Iraq. A ellas se suma la localización de una cuarta española, L. Miludi (26), joven de Ceuta que, tras radicalizarse a través de Internet, viajó a finales de 2015 a Siria, donde se casó con un yihadista francés y tuvo un hijo.

Martínez tiene cuatro hijos y es la única cuyo marido está con vida en una de las prisiones custodiadas por las milicias kurdas. Fernández tiene otros cinco hijos –uno de ellos recién nacido–, además de tener bajo su tutela a otros cuatros menores, huérfanos de la segunda mujer de su marido, muertos en Siria. Por su parte, Fares, nacida en Casablanca, tiene a su cargo con tres menores, dos de ellos nacidos en Madrid.

Las cuatro, con los menores a cargo, han malvivido hasta hace unos meses en unos de los mayores campos de detención para familias del Dáesh en el noroeste de Siria: Al Hol. Los últimos datos referidos sobre Al Hol cuentan que hay casi 50.000 menores acompañados por cerca de 20,000 mujeres, y unos 3,000 ancianos. Todos ellos hacinados, en unas condiciones de salubridad extremas y con una violencia insólita, pero cierta, entre grupos de mujeres yihadistas de distintas nacionalidades.

Según fuentes periodísticas, tras la recién emisión de órdenes de detención contra las cuatro mujeres por parte de la Audiencia Nacional española dos de ellas han sido trasladadas al campo de AlRoj (en el norte, junto a la frontera sirio–turca) para, llegado el momento, repatriarlas a España vía Estambul.

En la actualidad, todos estos campos son zonas controladas por las milicias kurdo-árabes y, hasta la marcha del ejército de Estados Unidos de la zona, también eran controladas por las fuerzas aliadas de la coalición internacional contra el Dáesh.

Las mujeres no piensan que el Estado español las pueda juzgar como terroristas en caso de volver a tierras españolas; admiten que su única vinculación hacia el Dáesh es a través de sus maridos. que las hicieron cruzar la frontera turca hacia tierras del autocalifato de Al Bagdadi mediante el engaño de ir a una vida mejor. En estos cinco años repiten que su única actividad ha sido la del cuidado de sus hijos y defienden su vida en tierras sometidas por los terroristas, haciendo alusión a que jamás han visto una decapitación pública o hecho alguno violento hasta llegar a Baguz, en donde fueron sometidas a intensos bombardeos.

Fuentes kurdas precisan que hay que ir con cautela al respecto de las españolas y el resto de mujeres custodiadas en estos campos de detención puesto que muchas de las que se presentan al mundo como víctimas del engaño de sus maridos han tenido un papel fundamental en la esclavización sexual de las mujeres y menores yazidíes. Igualmente, el propio Dáesh declaró, a diferencia de otros grupos de etiología yihadista, que las mujeres estaban igualmente obligadas a tomar las armas.

A falta de un acuerdo común entre los países europeos para crear un tribunal que juzgue a sus personas nacionales implicadas en el Dáesh, los países se enfrentan a la dificultad sobre la persecución penal de los hechos, el riesgo potencial para la seguridad que supone repatriar a estas personas y el impacto humanitario debido a la presencia de menores. En este contexto, países como Alemania y Francia han comenzado ya a repatriar a sus nacionales menores huérfanos.

A día de hoy, tras el anuncio del presidente estadounidense de retirar las tropas del norte de Siria, se abre un nuevo escenario para estas mujeres y para el resto de seguidores de Dáesh en los distintos campos sirios. Tras la retirada estadounidense, los turcos no han tardado en avanzar militarmente contra los kurdos en el norte de Siria. Por otro lado, los kurdos han alcanzado un pacto con el ejército leal a Bashar Asad (lo que conlleva el apoyo de Irán y Rusia, aunque estos hayan admitido estar a la espera de acontecimientos) para intentar avanzar y contener al ejército turco.

Con esta situación, estamos ante lo que puede ser el resurgir territorial de Dáesh. De hecho, cerca de un millar de mujeres y sus menores, todas ellas seguidores del Estado Islámico, han conseguido huir del campo de detención de Ain Issa, en el norte de Siria. En relación al campo de Al Hol, fuentes kurdas afirman que desde que Turquí comenzó con sus operaciones militares ha habido fugas, amenazas, ataques y convocatorias abiertas de levantamiento.

En los últimos meses, el seguimiento de estas mujeres por parte del Gobierno español ha sido absoluto desde distintos Ministerios. Se conoce que tanto los maridos como las mujeres y los niños mayores de cinco años recibieron entrenamiento religioso e instrucción militar durante tres meses en el autoproclamado califato. Además, dentro del campamento Al Hol casi todos los residentes siguen las estrictas reglas establecidas por el Estado Islámico, conocida como Hisba desde la llegada de los familiares del Dáesh, enfrentando así azotes, palizas o la muerte por violar alguna de sus normas. La propia periodista Natalia Sancha refiere que se percibe en el campamento “como un ‘mini califato’ dominado por mujeres”.

Atendiendo a las circunstancias citadas, se debe tener prudencia al respecto de la evaluación de estas personas que han normalizado determinadas situaciones de violencia extrema y están educando a sus hijos bajo los ideales del Dáesh.

Por ello, se torna imprescindible afrontar la situación con responsabilidad desde el poder ejecutivo, atendiendo de forma especial al interés superior de los menores. Y, con coherencia jurídica, que cumpla con todas las garantías procesales y constitucionales. En cualquier caso, un verdadero reto para el Estado español. ¿Contarán para ello con criminólogos?

 

 

 

Referencias

Natalia Sancha, publicaciones realizadas en el periódico El País. Marzo – Octubre 2019 https://elpais.com/autor/natalia_sancha/a/

 

Artículo escrito por:
Ramón M Chippirrás
Patricia Martín García

Criminólogos miembros del Grupo de trabajo sobre Prevención del Terrorismo del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid

 

Prevención de la radicalización de etiología yihadista desde los actores sociales.

España, al igual que otros países de la Unión Europea, se está observando un incremento de personas que deciden radicalizarse a través del discurso yihadista. La mayoría de los yihadistas en España son de nacionalidad marroquí, pero se observa que gran número de estos pertenecen a segundas generaciones, han nacido en España pero son de descendencia marroquí.

Un estudio del Real Instituto Elcano señala que hay cuatro zonas donde se concentran las detenciones durante estos últimos años y son: Barcelona, Ceuta, Madrid y Melilla. En estas zonas reside algo más de una tercera parte de los musulmanes que viven en España, por lo que los detenidos por radicalización duplican a la población musulmana respecto al total nacional. El motivo principal de que unos musulmanes se radicalicen y otros no es la existencia de vínculos sociales previos con otros individuos radicalizados, como muchos podrían pensar, ya sea cara a cara o también ‘on line’.

Según el estudio sobre radicalización antes mencionado, nueve de cada diez yihadistas radicalizados en España lo hizo en grupo, siendo el resto radicalizados en solitario. Entre los radicalizados en grupo, el 86,9% de los individuos estuvieron guiados por algún agente de radicalización siendo un 73% de los casos personas que mantuvieron un contacto cara a cara con ese agente radicalizador.

Con esto quiero destacar el gran trabajo que llevan a cabo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (FFCCS) y el Centro Nacional de Inteligencia en las investigaciones en los últimos años. Pero hay un papel primordial que aún esta por desarrollar y que ayudaría muchísimo a evitar la radicalización de más individuos y es que la sociedad, y en concreto algunos actores sociales, tengan formación y conocimiento sobre indicios de radicalización y puedan detectar a tiempo que alguien esta siendo radicalizado y evitar que no salga a la luz cuando es detenido por la Policía.

La familia, amigos, comunidad educativa, educadores y trabajadores sociales del ámbito penitenciario, criminólogos y la comunidad sanitaria pueden realizar un papel importantísimo en la detección de estos individuos radicalizados. Si se les da la formación necesaria para poder detectar esos indicios y cambios que tienen en su vida cuando empiezan a radicalizarse evitaríamos muchos casos de radicalización.

Un claro ejemplo de dar formación a centros educativos es porque se ha venido observando que los individuos que han cursado estudios de educación secundaria triplican a los que no pasaron de una escolarización primaria. Igualmente se puede observar un gran número de individuos que entran a los centros penitenciarios por delitos comunes y son radicalizados en el mismo centro y los trabajadores en este ámbito por falta de formación no son capaces de poder evitar esa radicalización y tampoco poder saber quien es ese agente radicalizador para evitar futuras radicalizaciones.

Conforme se va intensificando su radicalización empiezan a limitar el contacto con mujeres fuera del ámbito familiar, pudiendo llegar a abandonar actividades por el simple hecho de que sean mixtas. El Ministerio del Interior es conocedor de que la ayuda ciudadana es muy importante y dentro del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) se ha creado el Centro de Coordinación de Información sobre Radicalización (CCIR), donde el ciudadano podrá aportar información sobre posibles casos de radicalización, ayudando a prevenir, detectar y neutralizar brotes o focos de radicalismo violento. Cualquier ciudadano que tenga información que pueda ayudar puede mandarla mediante:

La web Stop Radicalismo: https://stop-radicalismos.ses.mir.es 

La aplicación Alertcops para dispositivos móviles

El correo electrónico: stop-radicalismos@interior.es 

Y el teléfono 900 822 066

Consecuencia de todo esto es que veamos el gran trabajo que realizan nuestras FFCCS a través del número de detenciones, pero también hay que ser conscientes de otra consecuencia menos mediática. Y es que las personas que viajaron a países como Irak o Siria para unirse a organizaciones yihadistas muchas de ellas mueren en el terreno pero otras deciden volver a España o a su país de origen después de una larga temporada en estos pseudo-estados creados por Daesh.

 

(https://stop-radicalismos.ses.mir.es)

(https://stop-radicalismos.ses.mir.es)

Vuelven a nuestro país porque o bien tienen nacionalidad española, permiso de residencia o bien porque tienen algún vinculo familiar en España.

Según fuentes del Ministerio del Interior, al menos 200 personas procedentes de España viajaron a las áreas de conflicto para unirse a estos grupos. Sobre un 20% regresó, por lo que conlleva un mayor riesgo para la seguridad de España porque estas personas debido a la instrucción y adoctrinamiento recibido en estos países pueden dedicarse a reclutar o radicalizar a un mayor numero de personas.

Para finalizar, destacar la importancia una vez más de dar la debida formación sobre radicalización a los agentes sociales que son los que más nos pueden ayudar con la prevención del radicalismo de etiología yihadista. La figura del criminólogo en este tipo de trabajo es fundamental, ya no solo para ser un actor social formado en detección de indicadores de radicalismo sino también para formar a profesionales preparándolos para el trabajo preventivo.

Referencias:

Fernando Reinares, Carola García-Calvo y Álvaro Vicente. ARI 62/2017 – 8/8/2017. Dos factores que explican la radicalización yihadista en España.
http://www.realinstitutoelcano.org
http://www.interior.gob.es

 

 

Jesús Martínez.
Criminólogo, analista de conducta y miembro del Grupo de Trabajo Prevención del Terrorismo del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid.

 

DAESH: pasado, presente y futuro. ¿Cómo nos sigue amenazando?

Desde hace unos años, el terrorismo internacional, de etiología yihadista principalmente, es uno de los mayores problemas de seguridad para España. Por esta razón, el 26 de febrero, aparece publicada, en el Boletín Oficial del Estado, la Orden PCI/179/2019, de 22 de febrero, por la que se publica la Estrategia Nacional contra el Terrorismo 2019 (tras su aprobación por el Consejo de Seguridad Nacional), documento que surge con la voluntad de formar el marco político estratégico en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento y que, por primera vez, tiene un carácter eminentemente público.

Dicha estrategia viene a suplir a su antecesora, la Estrategia contra el terrorismo Internacional y la Radicalización (EICTIR) de 2010, Estrategia dirigida sobre todo al terrorismo de la organización terrorista AL QAEDA.

La irrupción de la organización terrorista DAESH y, concretamente su declive territorial actual en Siria e Iraq, acompañado del fenómeno de los combatientes terroristas extranjeros (CTE) -españoles o residentes en España que se desplazaron a zona de conflicto para incorporarse a este tipo de organizaciones- y los atentados acontecidos en los últimos años en suelo europeo, y español en los casos de Barcelona y Cambrils, hacen precisa la evolución hacia esta nueva Estrategia.

Pero, ¿Cuál es el origen de Daesh? ¿Y sus objetivos? ¿Qué escenario nos espera ahora tras la perdida territorial de Daesh y la retirada de las tropas estadounidenses de Siria? ¿Y en España?

ORIGEN DE DAESH

Como toda organización terrorista, debemos de buscar el germen del origen de Daesh. Por un lado, debemos de tener en cuenta que el origen del propio Daesh esta en Al Qaeda, aunque con una evolución del yihadismo violento de estos últimos. Por otro lado, es producto del contexto sociopolítico que tenemos desde hace unos años en países como Iraq y Siria.

Debemos de remontarnos al año 1988 cuando Osama Bin Laden decide crear Al Qaeda al Askariya (la Base Militar), por lo tanto, Daesh no es más que una rama subversiva de la propia Al Qaeda con aspiraciones de magnificencia.

Tenemos que irnos a Afganistán y a la ocupación soviética (1979-1989) en donde miles de jóvenes afganos y jóvenes de diversas procedencias dentro del mundo musulmán, se incorporaron como muyahidín en una “guerra santa” contra el infiel (contra el comunismo de la Unión Soviética en aquel entonces)

Ese “ejército” rebelde fue apoyado por la administración americana en cuanto a financiación y armamento, además de por Pakistán y sobre todo Arabia Saudí, este último con grandes pretensiones en promover la expansión de wahabí más fundamentalista.

Para seguir entendiendo los orígenes de Daesh, debemos de hacer mención de Abu Musab al Zarqawi. En 1999 crea el grupo radical “Jund al Sham” que en pocos meses se transforma en “Yama´at at Al Tawhid wal Yihad”.

Uno de los primeros golpes del grupo fue contra Estados Unidos. Lawrence Foley, empleado de la Agencia estadounidense para la Ayuda Internacional y el Desarrollo (USAID), fue abatido a tiros en la ciudad de Amán (Jordania) en octubre de 2002. Al Zarqawi intentaba, a pesar de que los americanos ya habían invadido Afganistán en 2001, centrar su esfuerzo en crear un estado islámico en Jordania.

Siguieron ataques de Al Zarqawi como el coche bomba contra la Embajada jordana en Bagdad o contra el edificio de la ONU, todos ellos en 2003.

En octubre de 2004, Al Zarqawi declara su lealtad a Bin Laden cambiando la denominación del grupo a “Al Qaeda en Iraq”. El 7 de junio de 2006, las tropas estadounidenses abatieron a Al Zarqawi empezando un ligero declive dentro de la organización.

Con unos años de cambio de líderes en la organización, en 2010 se hace cargo de ella Abu Bakr Al-Baghdadi, cambiando la denominación a Estado Islámico de Iraq. Al-Baghdadi quiso aprovechar la guerra de Siria para realizar brutales atentados terroristas y, así, poder expandir su grupo, pero esa intrusión en territorio sirio no gustó mucho a la facción de Al-Qaeda en Siria, Al-Nusra. En 2013, Al Bagdadi se une a otros grupos terroristas para crear el “Estado Islámico de Iraq y Levante”, una decisión que Al Qaeda rechaza por lo que toma la decisión de expulsar a Daesh de su organización de filiares. El resto de la historia es de sobra conocida. El primer anuncio de Al-Bagdadi, el 29 de junio de 2014, es declarar la independencia de su organización y proclamar su soberanía sobre Iraq y Siria, así como se autoproclama califa con el nombre de Ibrahim. En apenas unos meses controla ciudades iraquíes como Faluya y Mosul. Más Tarde caerá Raqqa, en Siria.

Durante algo mas de cuatro años, Daesh llego a ocupar casi 90 mil kilómetros cuadrados en Iraq y Siria y, cerca de 8 millones de personas estuvieron bajo su control

1 DAESH: pasado, presente y futuro. ¿Cómo nos sigue amenazando?

Por el camino, nos hemos acostumbrado a verdaderas atrocidades contra el pueblo iraquí, contra personas secuestradas, con retrasmisiones prácticamente en directo al ser ejecutadas, contra atentados terroristas en suelo europeo o, contra los exterminios de comunidades minoritarias como paso con el pueblo yazidi.

OBJETIVOS DE DAESH

El principal objetivo de Daesh fue el de implantar, como mucho, a medio plazo, el califato en Siria e Iraq y en los territorios adyacentes a estos para después llevar este califato a escala mundial. Sin olvidar un segundo objetivo, como es la imposición de su interpretación de la sharía. Ese califato, estaba diseñado para, en un corto futuro, tener una estructura suní, estable, con administración, instituciones, organigrama (gobierno, jueces, funcionarios) y fondos (contrabando de petróleo, impuestos, ayudas extranjeras, tráfico de armas y de arte)

Mapa de las pretensiones de Daesh al inicio de su autoproclamado “califato”

2 DAESH: pasado, presente y futuro. ¿Cómo nos sigue amenazando?

 

SE ABREN NUEVOS ESCENARIOS

A pesar de la perdida territorial actual, Daesh trata de reorganizarse a nivel internacional. La derrota territorial no supone la extinción de este grupo terrorista ni mucho menos, al contrario, están intentado reorganizarse en zona de oriente medio y potenciando otros escenarios en distintos continentes.

En lo que se refiere a zona de ORIENTE MEDIO, en Siria, prácticamente, Daesh no ha cesado su actividad, actividad desde el punto de vista de actuaciones de una guerra al más puro estilo tradicional, mientras que, en Iraq, el grupo terrorista opera más como una red clandestina, red que, según fuentes de inteligencia, tratan de afianzar y ampliar para seguir con sus acciones terroristas por todo el país.

ÁFRICA, en la franja del SAHEL en concreto, es otro de los puntos a tener en cuenta en la escalada terrorista de Daesh, con la salvedad de que aquí nos encontramos con el factor Al Qaeda, actualmente en un proceso de nuevo emergente, pero con una estrategia muy distinta de la de Daesh en lo referente a objetivos terroristas y, también, con el problema en cuanto a la debilidad de las fronteras de los países de la franja. En definitiva, los ingredientes perfectos para la expansión de los principales grupos terroristas del momento y para la aparición de otros grupos, así como, lugar propicio para la trata de seres humanos y su incidencia inmediata sobre España como puerta de entrada a Europa. Otro de los puntos, a tener en cuenta, fuertemente amenazados por la presencia de Daesh en África, es LIBIA y el norte de el Chad.

Por otro lado, en zonas de AFGANISTÁN y PAKISTÁN, el apoyo a Daesh se cuenta por pocos para poder consolidar una estructura real, pero, aun así, el grupo terrorista se encuentra en situación de poder ejecutar acciones terroristas de cierta magnitud apoyándose en otras redes locales del país.

Otras de las regiones en donde Daesh esta teniendo últimamente presencia es en la zona asiática, en concreto en el ÁREA CENTROASIÁTICA; igualmente, la presencia del grupo terrorista en Filipinas, ZONA ORIENTAL ASIÁTICA, en los últimos dos años ha ido en crecimiento con terribles atentados contra catedrales y zonas de ocio. Igualmente, debemos de poner el foco en la ZONA SUR DE ASIA tras el feroz ataque vivido en Sri Lanka el pasado veintiuno de abril de dos mil diecinueve en donde casi cuatrocientas personas perdieron la vida en distintos atentados simultáneos en centros de culto y hoteles de lujo. Debemos tener en cuenta que es una zona en donde los grupos terroristas están teniendo en los últimos tiempos una mayor incidencia; apenas unos días antes de los grandes atentados de Sri Lanka, el propio Al Zawahiri, líder de Al Qaeda, lanzó un llamamiento a los trabajadores de medios de comunicación afines a la lucha de su grupo diciéndoles que son parte esencial de la resistencia yihadista frente a la campaña de los cruzados frente a la Ummah islámica y, más recientemente, la agencia de noticias de Dáesh, Al Amaq, ha anunciado en un comunicado que el grupo terrorista amplia su red internacional y anuncia la creación de una provincia en la India.

PREVENCIÓN EN ESPAÑA

Pero, volviendo a España, ¿hacia donde debemos de mirar para prevenir y combatir la nueva forma que adopta el terrorismo de Daesh y de otros grupos?

Por un lado, debemos de seguir luchando por la prevención de ataques terroristas, trabajo que efectúan magistralmente nuestro sistema judicial y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado e Inteligencia aun sabiendo que la prevención total no es posible; pero, además, debemos de poner el foco en uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos: al reclutamiento de nuevos adeptos.

Actualmente, tenemos varios focos a los que debemos combatir si queremos prevenir futuros ataques terroristas:

Reclutamiento a través de las redes sociales, aunque si bien, debemos de apuntar que este tipo de captación a caído respecto a periodos anteriores en cuanto a actividad.

– Reclutamiento cara a cara en entornos cerrados, como puedan ser posibles lugares de culto clandestino o viviendas particulares.

– Reclutamiento en nuestros Centros Penitenciarios, foco altamente activo en donde debemos de prestar una especial atención al interno penado por delitos comunes que se han convertido en potenciales captados por su vulnerabilidad dentro de prisión. Decir que, en estos casos, es primordial la colaboración de la Sociedad con el Estado en materia de prevención desde los distintos Actores Sociales especializados.

A estos tres focos actuales de reclutamiento terrorista, debemos de añadir dos puntos altamente importantes en cuanto a una posible materialización de ataque terrorista y a los que la nueva Estrategia, a la que se alude al comienzo de este artículo, concede un espacio importante dentro de la misma:

– Auto-radicalización de actores solitarios y/o células en territorio español.

– El reto de cómo hacer frente al fenómeno de los combatientes terroristas extranjeros, principalmente, a los retornados a nuestro país desde zona de conflicto.

Este último punto, clave para la nueva Estrategia, es también clave para la prevención de futuros actos terroristas en España. Fuentes de Inteligencia, calculan que alrededor de dos centenares de personas -hombres y mujeres- dejaron atrás nuestro país para combatir bajo las siglas de Daesh. Una vez acrecentada la perdida de control territorial de Daesh en Siria e Iraq, estamos ante la posibilidad de que, aquellos que aun estén con vida y que no estén recluidos en algunas de las prisiones al efecto, puedan regresar a territorio nacional altamente radicalizados.

Pese a los estrechos controles de las fuerzas de seguridad, debemos de tener en cuenta que cabe la posibilidad de que alguno de ellos pueda entrar en territorio español sin ser detectado, por ello, es importante el trabajo de los Cuerpos y fuerzas de Seguridad y su colaboración estrecha con la Inteligencia nacional, además, de la cooperación internacional, tanto con países del entorno Unión Europea como con nuestro vecino más inmediato por el sur, Marruecos.

En definitiva, debemos de tener claro que, pese al declive territorial, NO debemos de dar por vencido a Daesh, debemos de seguir luchando en la prevención del reclutamiento, la radicalización y el extremismo violento en redes sociales, centros de culto o reuniones clandestinas y, en nuestros centros penitenciarios, además de poner el punto de mira en aquellos CTE que pueden retornar en estos momentos a España. Igualmente, es básico no perder de vista a otros grupos terroristas incipientes o al mismo Al Qaeda, a los que los servicios de inteligencia empiezan a dar una mayor importancia tras el “letargo” de estos últimos años.

3 DAESH: pasado, presente y futuro. ¿Cómo nos sigue amenazando?

Ramón M Chippirrás

Criminólogo Doctorando en Criminología y Analista de Inteligencia

Vicesecretario del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid

Nivel 4 de alerta antiterrorista, ¿motivo de alarma social?

Quizás el título de este artículo sea una de las preguntas que más se hace la sociedad cada vez que en los medios de comunicación se menciona que el Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA) en España se encuentra en nivel 4, denominado como riesgo alto, más aún cuando el nivel máximo estipulado de este plan es el nivel 5, riesgo extremo.

Pero antes de seguir, debemos explicar qué es el NAA. Se trata de una herramienta para estipular el nivel de riesgo de alerta terrorista. Es utilizada por el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista, el cual trabaja a nivel preventivo para asegurar la detección, seguimiento, análisis y evaluación continuada del riesgo de atentado, así como la puesta en marcha y coordinación de los dispositivos preventivos en caso necesario. Es el ministro de Interior, a través de la Secretaría de Estado de Seguridad, quien tras el estudio de los pertinentes informes de valoración de amenaza y junto con un comité de expertos en lucha antiterrorista deciden el tipo de nivel qué se estipula y las medidas asociadas a cada uno de estos.

Este sistema se puso en funcionamiento el 9 de marzo del 2005, poco después de los atentados ocurridos el 11 de Marzo del 2004 en Madrid. Tras su creación han tenido lugar varias modificaciones en cuanto a su sistema de baremación, teniendo en cuenta la evolución de este tipo de organizaciones así como los avances a nivel de investigación. Fue el 26 de junio de 2015 cuando se incrementó del nivel 3 al actual nivel 4 (y máximo alcanzado en su corta existencia) tras los atentados de Francia, Túnez, Kuwait y Somalia.

Tras esta breve explicación debemos volver a preguntarnos si tener este tipo de nivel antiterrorista es motivo de alarma social. Pues bien, desde mi humilde opinión mi respuesta es un NO, y esta negativa viene justificada por varios motivos. El hecho de que tengamos este nivel de alerta no ha cambiado el ritmo de vida de los ciudadanos (teniendo en cuenta la reticencia y temor que tiene lugar en los siguientes días de conocer un acto terrorista y especialmente cuando los hemos vivido o se trata de países cercanos a España, algo normal), pero de forma paralela tenemos un gran grupo de profesiones que trabajan en la investigación, prevención, localización y detención de sujetos con intervenciones de acto terrorista.

Quizás a todos les haya venido a la mente nuestras FCSE, que son un referente a nivel internacional por los éxitos en esta actividad delictiva, también fruto de la experiencia por el terrorismo autóctono sufrido estos años. Pero no debemos olvidar que el éxito de ellos en muchas ocasiones es gracias a la colaboración ciudadana y de otros profesionales. Con estos me refiero a médicos, profesores, tutores de centros de menores, directores de ciberseguridad, entrenadores de diversas actividades (deportivas, extraescolares…), funcionarios de prisiones, etcétera, que en su día a día y ejerciendo su trabajo habitual ayudan a detectar, por ejemplo, lo que puede tratarse primeros síntomas de radicalización.

Es por ello muy importante la labor que viene a cubrir -cada día con más fuerza- la figura del criminólogo en diferentes estamentos públicos y privados. Formación, información, orientación, detección, investigación, prevención… son solo algunos ejemplos de las funciones que desarrolla esta ciencia, asentada en muchos países anglosajones, y que puede desarrollar de forma propia o en unión a otras como la Psicología o Sociología en forma de equipos multidisciplinares.

La suma total de todo lo aquí escrito es que independientemente del nivel de alerta en vigor en España, este no debe crear un alarmismo innecesario, sino vivir el día a día con cotidianidad, confiando -como así están demostrando- en los profesionales que tenemos en España y ante cualquier sospecha ponerlo en conocimiento de estos.

Y es que como ya mencionamos, la colaboración ciudadana contra este tipo de lucha es crucial. Muestra de ello es que además de los procedimientos habituales desde el Ministerio del Interior se creó la web www.stop-radicalismos.es, donde los ciudadanos pueden poner en conocimiento de forma segura y confidencial cualquier tipo de proceso de radicalización o conductas extremistas.

 

Pascasio Hinojosa es criminólogo y miembro del Grupo de Trabajo Prevención del Terrorismo del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid.

Referencias:

http://www.interior.gob.es/prensa/nivel-alerta-antiterrorista
https://stop-radicalismos.ses.mir.es/