Category: Criminología Vial

La Comunicación No Verbal de los conductores

Autor: Ricardo Calderón Rodríguez. Criminología Vial.

 

Introducción.

Hablar de la comunicación en general es hablar de interacción social en una sociedad en la que cada día se busca más el aislamiento y el individualismo. Pero, las relaciones sociales deben existir y por ello la comunicación es imprescindible para el desarrollo de las personas, su salud mental y la continua renovación y progreso social.

Necesitamos relacionarnos y comunicarnos, aunque el individualismo y la soledad de la carretera se apoderen de los conductores cuando conducen un automóvil y se transformen en ocasiones en personas insolidarias y agresivas.

El automóvil además de trasladarnos de un lugar a otro forma parte de nuestra vida, de nuestra cultura y de nuestra forma de relacionarnos. Un hábitat que compartimos con los demás usuarios de las vías públicas. Un terreno donde necesitamos comunicarnos con los demás para que el tráfico sea fluido y seguro.

La comunicación de los conductores de automóviles.

La comunicación no verbal de los conductores de automóviles es la parte más visible y representativa de su personalidad, de sus actitudes, de sus emociones y de su manera de conducir cuando van circulando por las vías públicas.

Se produce una sustitución de las palabras por la comunicación a través de los movimientos del vehículo, del cuerpo, de las manos y brazos, o con el uso de los dispositivos acústicos para avisar de un peligro o luminosos, para anunciar a los demás conductores que se va a realizar o finalizar una maniobra.

Esta comunicación no verbal puede definirse como: “el medio a través del cual se transmite un mensaje con un significado de manera meditada o no, a un/unos receptores”.

Una comunicación no formal que se suma a la comunicación formal constituida por las señales de tráfico, las señales que con los dispositivos acústicos y luminosos que hacen los conductores. Siendo la parte más oculta la comunicación verbal, ya que en pocas ocasiones podemos oírla.

1 5 La Comunicación No Verbal de los conductores
Gráfico 1. Fuente: elaboración propia.

 

El conductor y el automóvil fuente de comunicación.

En lugar del lenguaje hablado durante la conducción, establecemos con el resto de los conductores una comunicación a través de los movimientos del vehículo, los movimientos de las manos y brazos y también, mediante los dispositivos acústicos y luminosos del automóvil.

Primero establecemos un contacto visual con los vehículos y después con los conductores y recibimos información de manera digital, por ejemplo: usando las luces indicadoras de dirección, o de manera analógica con las manos para indicar ciertas maniobras.

Movimientos corporales como ceder el paso a otro vehículo moviendo la mano por delante del cuerpo de atrás hacia adelante, o de atención como inclinar el cuerpo hacia adelante para mirar un panel de mensaje variable en la carretera o ante una señal de Stop.

Podemos decir que los movimientos del vehículo y los movimientos corporales ilustran y sustituyen al lenguaje hablado reforzando la comunicación que trasmite el movimiento del vehículo y el conductor durante las maniobras o en sus desplazamientos por las vías públicas.

Emblemas que surgen en lugar de las palabras: mover la cabeza, las manos, encoger los hombros, el pulgar hacia arriba o hacia abajo, etc. En España levantar el pulgar hacia arriba significa aprobación, en otros países como Irán resulta un insulto, o tocarse la cabeza resulta irrespetuoso como en Tailandia.

Comunicación formal. Lenguaje digital.

Las señales de tráfico son un sistema de comunicación no verbal de símbolos formas y colores que sustituyen al lenguaje hablado, con el objetivo de regular la circulación de los vehículos y peatones (Tráfico D. G., 2021).

Asimismo, advierten de los posibles peligros informando sobre ellos y establecen determinadas obligaciones y deberes de los conductores. “Esto es lo que se conoce con el nombre de lenguaje digital” y sustituyen al lenguaje hablado y corporal.

Las luces, los intermitentes, el claxon son necesarios para “aumentar la seguridad, aumentar la eficacia y comodidad de la circulación”. Por ejemplo, un conductor que debido a las circunstancias del tráfico tenga que reducir la marcha de manera considerable lo advertirá al resto de los usuarios mediante el empleo reiterado de las luces de frenado (Tráfico D. G., 2021).

Con el lenguaje analógico, es el conductor quien se convierte en el emisor y fuente de comunicación de lo que hace cuando conduce. Los conductores y peatones reconocen sus intenciones o maniobras como por ejemplo cuando se vaya a ceder el paso a otro vehículo: “el conductor deberá mostrar con suficiente antelación por su manera de circular y especialmente con la reducción paulatina de la velocidad, que efectivamente va a cederlo” (Interior. D. G., 2021).

También, para advertir a los demás conductores la intención de frenar de manera considerable, “moviendo el brazo alternativamente y la mano de arriba abajo con movimientos cortos y rápidos”. Intención que de manera digital se puede comunicar a los demás conductores “mediante el empleo reiterado de las luces de frenado” (Interior. D. G., 2021).

Lenguaje analógico informal y lenguaje digital informal.

Las costumbres, las tradiciones, el automatismo y la experiencia hace que los conductores utilicen un lenguaje analógico y digital informal para comunicarse. Entre otros, “mover la mano para indicar a un peatón que cruce el paso de peatones”, algo que prohíbe expresamente la Ley de Tráfico. “Dar las luces de corto alcance y las de largo alcance varias veces a otro conductor para comunicarle que puede incorporarse desde el carril de aceleración en una autovía o autopista”, o entre conductores de vehículos pesados “cuando en un adelantamiento el conductor adelantado indica al vehículo que está adelantando que puede volver al carril derecho”.

Aunque, entendidos por la mayoría de los conductores y peatones nosotros no recomendamos su empleo, ya que puede dar lugar a situaciones contradictorias, conflictivas y peligrosas. Contextos que pueden traducirse en accidentes/siniestro de tráfico. Por ello, debemos de usar el lenguaje digital y analógico regulado en las normas de tráfico para comunicarnos con los demás conductores o usuarios de las vías públicas.

El color de los automóviles y la comunicación no verbal.

Al igual que los movimientos del vehículo, los movimientos corporales y la comunicación analógica y digital, su color nos puede aportar información acerca del conductor, de sus posibles maniobras, de su forma de conducir y hasta de su personalidad.

Los colores alteran nuestras emociones y sentimientos produciendo atracción o rechazo expresando nuestra identidad. No en vano cuando se compra un automóvil a veces se elige este por su color.

Para (Mendoza, 2021, pág. 106):

Cada color provoca una respuesta emocional diferente, el color tiene la capacidad de estimular o deprimir, de crear alegría o tristeza y de despertar actitudes pasivas o activas. Algunos colores nos producen una sensación de serenidad y calma, que generalmente se encuentran del lado azul del espectro conocido como el lado frío. Mientras que otros nos inducen ira y nos hacen sentir incómodos, estos se encuentran del lado del rojo espectro conocido como el lado cálido.

En el siguiente gráfico se muestra el color de algunos automóviles y su significado en la comunicación no verbal.

2 4 La Comunicación No Verbal de los conductores
Gráfico 2. Fuente: elaboración propia a partir de la bibliografía.

 

Reflexiones criminológicas

  • Cuando conducimos un automóvil reflejamos gran parte de nuestra personalidad.
  • El color de un automóvil genera emociones y sentimientos de atracción o repulsa.
  • El conocimiento y cumplimiento de las normas formales ya sea a través de la comunicación digital o analógica garantiza la seguridad vial y, por lo tanto, evitan los accidentes/siniestros viales.
  • El lenguaje corporal de los conductores y los movimientos del vehículo: fuente de información y comunicación.
  • El color del automóvil nos puede dar información importante sobre el comportamiento de su conductor. No obstante, hay que aplicar los cuatro preceptos que rigen la conducción de un automóvil: “no molestar, no sorprender, advertir y comprender”(Tráfico D. G., 2021).
  • El color es un dato más a tener en cuenta, no es decisivo, ya que muchas personas cambian su personalidad cuando conducen un automóvil.
  • Gestión de la visión mirando lo más lejos posible para anticiparse a las circunstancias de la vía o del tráfico, dejando espacio suficiente para realizar las maniobras que sean necesarias. “Principios de una conducción preventiva”(Tráfico D. G., 2021).

Bibliografía

Deluxe, T. B. (204). file:///C:/Users/gtfor/OneDrive/Comunicacion%20no%20verval%20de%20los%20conductores/VVV%C2%BFConoces%20el%20significado%20de%20los%20colores%20de%20los%20autom%C3%B3viles_%20-%20Tainoautodeluxe.com%20-%20Blog%20oficial.pdf.

Educación, T. p. (21 de enero de 2022). https://feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd7586.pdf. Obtenido de revista digital para profesionales de la enseñanza.

Interior., D. G. (2021). Normas y señales reguladoras de la circulación vial. Madrid: Dirección General de Tráfico. Ministerio del Interior.

Interior., D. G. (2021). Psicología aplicada a la conducción. Madrid, España: Dirección General de tráfico. Ministerio del Interior.

Lorenzo, L. B., & Ballester González, M. (2017). Criminología Psicológica. Copycat”: imitando al asesino. Archivos de Criminología, Seguridad Privada y Criminalística.

Mendoza, A. R. (2021). La personalidad y su influencia en la conducción. Amazon.

Pozo, J. C. (14 de septiembre de 2017). file:///C:/Users/gtfor/OneDrive/Comunicacion%20no%20verval%20de%20los%20conductores/%C2%BFQu%C3%A9%20significan%20los%20colores_%20Teor%C3%ADa%20y%20psicolog%C3%ADa%20de%20los%20colores%20-%20WAKA.pdf.

Press, E. (10 de abril de 2017). https://www.europapress.es/desconecta/curiosity/noticia-15-gestos-diferentes-significados-otros-paises-20150514080824.html.

Silgado, S. (30 de diciembre de 2020). https://www.psicologia-online.com/teoria-de-las-emociones-de-paul-ekman-5391.html#:~:text=%20Veamos%20cu%C3%A1les%20son%20las%20expresiones%20faciales%20de,la%20boca%20recta%20o%20hacia%20abajo…%20More%20.

Toraño, M. (15 de octubre de 2021). Edad de la niebla. Obtenido de https://www.edaddeniebla.com/post/indicadores-corporales-que-nos-ayudar%C3%A1n-a-descubrir-si-alguien-nos-miente

Tráfico, D. G. (2021). Cuestiones de Seguridad Vial. Madrid: D.G.T.

tráfico, D. G. (2021). Psicología de la seguridad vial. Obtenido de https://www.cop.es/perfiles/contenido/trafico.htm.

Tráfico, M. d.-D. (diciembre de 23 de 2021). Código de Tráfico y Seguridad Vial. Madrid, España: B.O.E.

Los atropellos en zonas urbanas – Grupo de Criminología Vial CPCM

Vicente Planas
Criminólogo y  Coordinador del Grupo de Criminología Vial
del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid.

Desde el Grupo de Trabajo de Criminología Vial queremos dar visibilidad a un trabajo que se ha realizado por los criminólogos de este grupo, centrándonos en la temática de “Los atropellos en las vías urbanas”. Un compendio de 16 apartados, todos ellos elaborados desde la perspectiva de la Criminología de la seguridad vial.

  1. Introducción
  2. El Criminólogo y la Criminología Vial
  3. Objetivos
  4. Datos estadísticos
  5. Factores que intervienen en el atropello
  6. Atropellado
  7. Sistemas de protección de peatones
  8. Pasos de peatones
  9. Conductores
  10. Vehículo
  11.  Entorno
  12. El fraude en el atropello
  13. Atropellos como arma terrorista
  14. Autocidios
  15. Salud Vial
  16. Victimología Vial

Destacamos los dos apartados realizados por los criminólogos JORDI DELGADO AVILÉS y RICARDO CALDERÓN RODRIGUEZ

“La aportación de los criminólogos es fundamental para entender de forma global todos aquellos factores que intervienen y afectan al hecho del atropello en zonas urbana, pues la perspectiva tradicional no profundiza ni estudia el atropello como hecho delictivo en todas sus variantes” Jordi Delgado Avilés

Seguridad vial es sinónimo de salud vial. Seguridad vial que ha acompañado al ser humano durante décadas, añadiendo tecnología a los vehículos y  al entorno de nuestras vidasRicardo Calderón Rodríguez

En este trabajo se ha querido resaltar la función del Criminólogo en los planes de prevención, en cuanto a los accidentes de tráfico, la función multidisciplinar la cual es fundamental a la hora del análisis de riesgos y las medidas preventivas, esto hace que muchas veces la figura del criminólogo sea fundamental en estos aspectos.

Creemos que la figura del Criminólogo vial es fundamental para averiguar los factores sociales e individuales que han podido afectar a los hechos delictivos, y como consecuencia, creemos que estos principios pueden ser fundamentales:

  • Impulsar la Criminología Vial como nueva disciplina y ayudar en su desarrollo en pro de la Seguridad Vial.
  • Estudiar los comportamientos delictivos, atípicos y antijurídicos por acción u omisión que son sancionables, así como aquellas conductas antisociales que van contra el bien común.
  • Elaborar Políticas Criminales viales ajustadas a la realidad.
  • Crear un lugar de estudio para la prevención de los siniestros viales a través de la investigación y aplicación de la Criminología a la Seguridad Vial, así como la criminalística y la victimología vial.

Descargar Informe
“Los atropellos en zonas urbanas”

atropellos Los atropellos en zonas urbanas - Grupo de Criminología Vial CPCM

Los Criminólogos del CPCM que han participado en la elaboración del compendio sobre  “Los atropellos en las vías urbanas” son:

Jordi Delgado Avilés
Ricardo Calderón Rodríguez
Juan José Carrillo Miranda
María Arenas Quer
Laura Gómez García
José María González González

Estado de alarma y la importancia del cumplimiento de las normas de tráfico

Introducción

El pasado día 14 de marzo mediante Real Decreto 463/2020 se declaró el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19. “El artículo cuarto, apartado b), de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio, habilita al Gobierno para, en el ejercicio de las facultades que le atribuye el artículo 116.2 de la Constitución, declarar el estado de alarma, en todo o parte del territorio nacional, cuando se produzcan crisis sanitarias que supongan alteraciones graves de la normalidad” (Democráticas, 2020).

Estado de alarma que afecta a todo el territorio nacional, y que contiene medidas imprescindibles para poder hacer frente a la grave situación. “Y que no suponen la suspensión de ningún derecho fundamental tal y como prevé el artículo 55 de la Constitución” (Democraticas, 2020) El artículo 7 de este real decreto limita la libertad de circulación de personas, que solo podrán hacerlo en las circunstancias que se determinen.

Por otro lado, el Ministerio del Interior podrá acordar el cierre a la circulación de carreteras o tramos de ellas por razones de salud pública, seguridad o fluidez del tráfico o la restricción en ellas del acceso de determinados vehículos por los mismos motivos. Así lo establece el artículo 37 del Reglamento General de Circulación. Situación de emergencia que requiere la adopción de medidas extraordinarias que limiten la circulación de vehículos por las vías públicas. Medidas restrictivas que a día de hoy han supuesto una reducción de los desplazamientos tanto por vías urbanas como en vías interurbanas.

Este pasado Miércoles Santo han descendido un 90% los desplazamientos por carretera de vehículos ligeros. Según los datos registrados por la Dirección General de Tráfico, se han producido 295.000 desplazamientos de los cuales más de la mitad fueron de vehículos pesados (Tráfico D. G., Actualidad COVID-19, 2020) Según esta misma fuente el día 14 de abril del 2020, “el COVID y las limitaciones de los desplazamientos hace que se registren 13 días con 0 fallecidos en carretera. Y es que el confinamiento ha tenido su reflejo en la carretera como así lo afirma la Dirección General de Tráfico.

 

La importancia del cumplimiento de las normas de tráfico

Los números de desplazamientos y accidentes aumentaran, así como las víctimas de los accidentes de tráfico, cuando se salga del confinamiento y se vuelva a la normalidad del tráfico. De ahí la importancia del cumplimiento de las normas de tráfico. Normas de convivencia y de respeto que organizan el tránsito de las personas y de vehículos por las vías públicas. Reglas de conducta que establecen determinados comportamientos y que obligan a comportarse de una forma determinada ante una situación de tráfico. Deberes y obligaciones que si son incumplidos pueden dar lugar a una sanción o un accidente de tráfico.

Estas normas de convivencia deben ser aprendidas por todos los ciudadanos, de aquí la importancia de la formación y la formación continua en materia de tráfico. También deben ser válidas y en ningún caso ambiguas. Deben estar escritas, concretas y pensadas para crear armonía y convivencia entre los ciudadanos usuarios de las vías públicas. Respetar a los demás es fundamental para la convivencia y para relacionarse en el entramado del tráfico, ya que aquí los conflictos que surjan pueden tener consecuencias muy graves.

En consecuencia, el tráfico puede ser concebido desde cuatro puntos de vista: Físico, Técnico, Social y Jurídico. Físico porque se refiere al desplazamiento de personas y animales por las vías públicas. Desde el punto de vista técnico, los avances tecnológicos logrados en la fabricación de vehículos, el diseño y construcción de los mismos han facilitado los desplazamientos de personas y de vehículos que están sometidos a las leyes físicas del movimiento. Pero la circulación de personas y de vehículos también es un fenómeno Social, porque las vías públicas son compartidas por una  amplia comunidad de usuarios que conviven y se relacionan compartiendo un espacio público.

Por consiguiente, es necesario que se establezcan normas que regulen la convivencia de los conductores. De esta manera se garantizará el buen uso de las vías públicas y la protección de todos sus usuarios. Por lo tanto, deben existir normas sociales que regulen esta convivencia y que compatibilicen los desplazamientos que se realizan por las vías públicas tanto como peatones, como conductores de vehículos. ‘Un ejemplo de convivencia social’ (González, y otros, 2014).

Como consecuencia de todo lo anterior el tráfico también es un hecho Jurídico. Las normas de tráfico garantizan los derechos de las personas que intervienen en la circulación. La libertad, los derechos individuales, terminan allí donde empiezan la libertad y los derechos de otras personas. El derecho a circular libremente es uno de los derechos fundamentales del hombre recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de Naciones Unidas (art. 13.1) :

 

  1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
  1. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y regresar a su país.

 

Así lo afirma nuestra Constitución en el Artículo 19: “Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional. Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la ley establezca. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos” (Generales, 1978).

Por lo tanto, es necesario la existencia de una regulación jurídica que garantice los derechos de las personas a la libre circulación protegiéndolos cuando se produce algún conflicto, sobre todo cuando afecta a la vida y seguridad. “El Trafico es un fenómeno físico y técnico, pero también un hecho social y jurídico. Sin unos principios y unos valores dirigidos a garantizar la convivencia en las vías públicas y a la seguridad en la circulación, o sin una adecuada regulación legal y penal, el sistema de tráfico seria caótico y extremadamente peligroso para todos” (González, y otros, 2014)

 

Los principios en los que se basa la circulación vial son según (González, y otros, 2014):

  1. El principio en la confianza en la normalidad del tráfico.
  2. El principio de responsabilidad.
  3. El principio de la precaución o defensa.
  4. El principio de la seguridad en la conducción.

 

Cuando circulamos necesitamos conocer que los demás usuarios van a cumplir las normas de tráfico, este es el ‘Principio de la Normalidad del tráfico’. Necesitamos saber cómo será su comportamiento. Por ello, el cumplimiento de las normas de tráfico nos da certeza del comportamiento de los demás usuarios ante las diferentes situaciones del tráfico. El no respetar las normas de tráfico supone un aumento de las posibilidades de que se produzca un accidente de tráfico. Accidente que si se produce tendrá un responsable, es decir, todo usuario de las vías públicas será responsable de sus actos y consecuencias. Este es el ‘Principio de responsabilidad’, salvo cuando el daño no sea atribuible al conductor sino a otros elementos que conforman el tráfico. Responsabilidad que pudiera derivarse en acciones administrativas o penales (González, y otros, 2014).

La sociedad debe ser consciente de la responsabilidad que tiene cuando se conduce un vehículo por las vías públicas o se transita como peatón y del incumplimiento de las normas pudiera derivarse responsabilidades administrativas o penales, o accidentes de tráfico que en muchas ocasiones podrían haberse evitado si se hubiera actuado con diligencia.

Pero, aunque circulemos pensando en que los demás usuarios van a respetar las normas, en ocasiones esto no será así, bien por desconocimiento o por una incorrecta interpretación de las mismas. Podemos suponer que los demás van a cumplir las normas, pero, aunque confiemos en ello debemos de aplicar el ‘Principio de Precaución o Defensa’ y estar preparados para cualquier situación que pudiera aumentar las situaciones de riesgo o accidente. Pero además debemos ser tolerantes con los demás usuarios; al igual que nosotros podemos cometer errores, ellos también pueden hacerlo.

Debemos comprender, esta una de las claves para una conducción segura. Debemos confiar que los demás conductores cumplirán con las normas, pero siempre con la debida precaución de que a veces esto no será así. Pero, además, para que se produzca una normalidad en la circulación es necesario que los usuarios de las vías públicas conductores, peatones, se encuentre en unas adecuadas condiciones psicofísicas, ‘Principio de Seguridad en la Conducción’. Aptitudes psicofísicas que garanticen nuestras capacidades para conducir con seguridad (González, y otros, 2014)

 

Estado psicofísico del conductor

El cumplimiento de las normas ayuda a salvar vidas. Las normas de tráfico son indispensables para la convivencia y todos los usuarios tenemos la obligación de conocerlas y cumplirlas. Muchas personas por el confinamiento nos hemos visto obligadas a dejar de conducir, hemos estado muchos días sin coger nuestros vehículos, por lo que la incorporación a la tarea de conducción debe ser progresiva, extremando la precaución, ya que nuestras aptitudes psicofísicas pueden haberse visto mermadas por la inactividad. Y es que para conducir un vehículo de motor o ciclomotor con las debidas garantías de seguridad además de estar en posesión de la autorización administrativa habilitante es necesario que el conductor reúna los requisitos psicofísicos de capacidad, conocimientos y habilidades necesarias para conducir el vehículo de que se trate.

Cuidado con las distracciones y el uso del móvil, solo usarlo con manos libre pero lo indispensable, ya que aunque se disponga de manos libres aumenta la distracción. Nada de alcohol, drogas o medicamentos que puedan afectar a la conducción. El alcohol es un factor de riesgo para la conducción y su combinación con la conducción aumenta las posibilidades de tener un accidente de tráfico. Se estima que el alcohol está implicado entre el 30 y el 50% de los accidentes mortales y entre el 15-35% de los accidentes con lesiones graves, está presente en uno de cada tres accidentes y multiplica por tres la posibilidad de accidente, lo que se traduce en que el alcohol estaba presente en el 30% de los accidentes con muertos.

El alcohol genera problemas personales sociales y de salud, altera las capacidades psicofísicas para conducir y las lesiones tras un accidente son mucho más graves porque existe una menor respuesta orgánica al trauma. El alcohol es una droga psicoactiva del sistema nervioso central, un euforizante que provoca desinhibición conductual. Bajo sus efectos se pueden tener también brotes eufóricos y no se valora el riesgo adecuadamente, (Álvarez, 2019).

Las drogas tienen un gran impacto en la seguridad vial ya que pueden alterar el estado psicofísico del conductor aumentando las posibilidades de tener un accidente. “El 10% de los accidentes de mayor gravedad, están relacionados con el consumo a de algún tipo de sustancias. Las drogas más consumidas en España son: el cannabis, la cocaína y el éxtasis” (Tráfico, 2018).

Muchos problemas de salud requieren un tratamiento médico y farmacológico. Estos problemas de salud van a disminuir las capacidades para conducir y son un factor de riesgo para la conducción, la salud y la seguridad vial. La enfermedad puede alterar nuestras capacidades psicofísicas y hay que ser conscientes y pensar si estamos en condiciones óptimas para conducir.

Muchos de los medicamentos que tomamos pueden alterar nuestras condiciones psicofísicas y alguno de ellos presentan efectos secundarios sobre el organismo (Álvarez, 2019). Los que más pueden afectar a la conducción son los tranquilizantes, los ansiolíticos y los antidepresivos. En España alrededor del 17%  según la fuente citada son consumidores habituales de medicamentos de manera crónica y el 61% toman más de un medicamento a la vez. Pero poca importancia se le da al hecho de conducir bajo la acción de determinados fármacos y es que esta conducción puede ser peligrosa.

Especial atención merece el sueño, ya que es el factor de riesgo más asociado a los siniestros de tráfico. Podemos afirmar que es el mayor enemigo del conductor junto con el alcohol, las distracciones y los excesos de velocidad. Estos factores de riesgo aún permiten un cierto manejo del vehículo, algo que no ocurre con el sueño. El sueño está detrás de muchos accidentes con resultados muy graves para las víctimas. Según la Dirección General de Tráfico, sus principales síntomas son: bostezos frecuentes, estiramientos, visión borrosa, esfuerzos para mantener la atención, cambios de postura, poner la radio, abrir la ventanilla. Lo grave que muchos conductores no valoran adecuadamente este estado y siguen conduciendo (Trafico, 2018).

Otro enemigo del conductor que puede favorecer la aparición de la somnolencia es la fatiga que está presente en muchos accidentes de tráfico. Hay que diferenciar la fatiga de la somnolencia, ya que son fenómenos distintos. “La somnolencia es la sensación de la necesidad de dormir bien; la fatiga es en general una falta de energía y de motivación, una sensación de agotamiento y cansancio” (Álvarez, 2019).

Podemos decir que el estrés es la enfermedad del siglo XXI. Vivimos en un mundo muy exigente que demanda de nosotros gran cantidad de recursos psicofísicos. El trabajo, la familia, los horarios, factores que van a influir indudablemente en la manera de conducir y el aumento de las tasas de accidente. “Según un estudio realizado por Intras, el 7% de los conductores reconocen que conducen bajo estados de estrés” (Tráfico, 2018).

 

Normas de tráfico

Se deberá extremar la precaución y respetar las velocidades tanto en vía urbana como interurbana, debiendo reducir la velocidad cuando pueda haber peatones o ciclistas, al llegar a los pasos a nivel, glorietas, estrechamientos, pasos para peatones no regulados, autobuses en situación de parada. Recordemos que la velocidad en autopista y autovía para un automóvil es de 120 km/h. y que esta velocidad no se puede superar en ningún caso ni para adelantar. En carreteras convencionales es de 90 km/h., pudiendo los turismos y las motocicletas superar esta velocidad en 20km/h. para adelantar, siempre y cuando no haya una señal de velocidad máxima que esté por debajo de la genérica. En todas las ocasiones mantendremos las distancias de seguridad con el vehículo que nos precede, así como las separaciones laterales.

No debemos olvidar la utilización del cinturón de seguridad y recuerda que el número de personas transportadas no podrá superar jamás al número plazas (atenderemos a las restricciones por el Covid-19). Los menores de 1,35 metros de altura deberán viajar en los asientos traseros con su dispositivo de retención homologado. Solo se les permite ir en asientos delanteros en estos casos: cuando todos los asientos traseros estén ocupados por menores de 1,35 metros con dispositivo, cuando el vehículo sea biplaza, cuando no se puedan anclar los dispositivos de retención.

Como ya hemos señalado, todo conductor tiene la obligación de señalizar las maniobras que vaya a realizar y advertir con suficiente antelación con los indicadores de dirección las maniobras, aplicando la regla R = retrovisor (cerciorarme de que puedo realizar la maniobra) S = señalizar a los demás mi intención (y hacerlo con suficiente antelación) m = realizar la maniobra. También deberemos extremar la precaución en los adelantamientos, sobre todo cuando circulemos por una vía interurbana de un carril para cada sentido de la circulación y siempre que nos adelanten facilitar la maniobra. En los carriles de aceleración cederemos el paso a los vehículos que circulen por la vía principal.

 

Mantenimiento del vehículo

      También es de vital importancia el mantenimiento del vehículo. Pensemos que hemos dejado el vehículo estacionado durante un largo periodo de tiempo; pues bien, antes de volver a circular con él se realiza una revisión del automóvil. Además del ahorro en averías costosas contribuiremos a la reducción de siniestralidad vial, reducción de consumo de carburante y menos contaminación medioambiental. La mayor parte de los gastos que surgen durante la vida de un automóvil son de mantenimiento, ruedas, frenos, suspensión, etc.

De vital importancia es la obligación de llevar en el turismo los siguientes repuestos y herramientas. Los vehículos de motor y los conjuntos de vehículos en circulación deben llevar los siguientes accesorios, repuestos y herramientas:

  1. Los turismos, así como los vehículos mixtos y los automóviles destinados al transporte de mercancías, estos dos últimos de masa máxima autorizada no superior a 3.500 kg, excepto los vehículos de tres ruedas y cuatriciclos llevarán la siguiente dotación:

a) Dos dispositivos portátiles de preseñalización de peligro, que cumplan las condiciones establecidas en el anexo XI.

b) Un chaleco reflectante de alta visibilidad, certificado según el Real Decreto 1407/1992, de 20 de noviembre, por el que se regulan las condiciones para la comercialización y libre circulación intracomunitaria de los equipos de protección individual, que exige el marcado CE, y que deberá ser conforme con la norma UNE EN 471, mínimo clase 2 (tanto en superficie mínima de materiales como en nivel de retrorreflexión de las bandas). En el caso de que se realicen funciones de vehículo piloto de protección y acompañamiento, se deberán llevar chalecos tanto para el conductor como para cada uno de los miembros del personal auxiliar.

c) Una rueda completa de repuesto o una rueda de uso temporal, con las herramientas necesarias para el cambio de ruedas, o un sistema alternativo al cambio de las mismas que ofrezca suficientes garantías para la movilidad del vehículo. En estos casos se circulará respetando las limitaciones propias de cada alternativa (Interior, 2020).

 

Conclusiones

      Conducir un vehículo de motor es una tarea compleja en la que intervienen diversos factores (factor humano, factor vehículo, factor vía), factores que si no se conjugan adecuadamente pueden dar lugar a incidentes (la antesala de los accidentes) o accidentes. Durante el estado de alarma estamos comprobando como nuestro derecho fundamental a circular libremente por las vías públicas se ha visto restringido como consecuencia de la grave crisis sanitaria. Por ello cuando las limitaciones a circular con nuestros vehículos desaparezcan deberemos cumplir con las normas sociales y normas de tráfico que regulan la convivencia de los conductores y peatones en las vías públicas.

También deberemos extremar la precaución, ya que nuestras capacidades psicofísicas pueden haber disminuido, por lo que puede aumentar las posibilidades de tener un accidente de tráfico, incorporándonos a la circulación de forma progresiva.

Respetar las normas de circulación, no molestar, no sorprende, advertir y comprender se constituyen en los principios básicos de una conducción segura. “Si todos cumplimos las normas de tráfico y tomamos las medidas de seguridad adecuadas a cada circunstancia conseguiremos un sistema de tráfico eficaz y seguro” (González, y otros, 2014, pág. 40) y una reducción de los accidentes de tráfico.

 

Autor del artículo: Ricardo Calderón Rodríguez.

 

BIBLIOGRAFÍA:

Álvarez, J. (24 de septiembre de 2019). http://revista.dgt.es/es/salud-vial/2019/1001-Salud-Vial-como-influye-el-alcohol-en-la-conduccion.shtml.

Democráticas, M. d. (14 de marzo de 2020). Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19. Madrid, España: BOE.

Generales, C. (29 de diciembre de 1978). Constitución Española. Constitución Española. Madrid, España: BOE.

González, L. M., Puchades Villarrreal, R., Martí-Belda Bertolín, A., Bosó Seguí, P., Escamilla Robla, C., Lijarcio Carcel, J. I., Seguí Gómez, M. (2014). Programa de intervención, sensibilización y reeducacion vial. Madrid: Dirección General de Tráfico.

Interior, M. d. (Marzo de 23 de 2020). Código de Tráfico Seguridad Vial. Madrid, España.

Tráfico, D. G. (2013). Cuestiones de seguridad vial, conducción eficiente medioambiente y contaminación. Dirección General de Tráfico.

Tráfico, D. G. (2019). Cuestiones de seguridad vial, conducción eficiente, medio ambiente y contaminación. Madrid: Ministerio del Interior.

Tráfico, D. G. (2019). Manual de Normas y Señales Reguladoras de la Circulación. Madrid: Dirección General de Tráfico.

Tráfico, D. G. (2019). Mecánica y Entretenimiento Simple del Automóvil. Madrid, España.

Tráfico, D. G. (2020 de mayo de 2020). Actualidad Covid-19. Madrid, España. Obtenido de http://www.dgt.es/es/covid-19/

Tráfico, D. G. (2020). http://www.dgt.es/es/seguridad-vial/estadisticas-e-indicadores/publicaciones/anuario-estadistico-accidentes/

Tráfico, D. G. (13 de abril de 2020). Ley de Tráfico y Seguridad Vial. Madrid, España: BOE.

Tráfico, D. G. (s.f.). http://www.dgt.es/es/la-dgt/quienes-somos/historia/. Obtenido de http://www.dgt.es/es/la-dgt/quienes-somos/historia/

Unidas, N. (s.f.). https://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/. Obtenido de https://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/

La hipnosis de la autopista

La conducción de un vehículo de motor es una tarea compleja. Una tarea “de control de un mecanismo móvil en un entorno sometido a continuo cambio” (Castro, Duran, y Cantón, 2006), en el que se realizan de manera simultánea varias tareas, que exigen una gran concentración con un considerable gasto de energía.

Un proceso de automatización de tareas que con el aprendizaje desarrollamos, fruto también de la experiencia de la vida cotidiana. La atención juega un papel muy importante de control y supervisión durante la conducción. (Trafico, 2018).

“La conducción también ha sido definida como una tarea automática y autorregulada”. Y desde la psicología cognitiva, como “un proceso activo de búsqueda por medio del cual de selecciona y transforma la información” (Castro et al. (2006).

Carl Benz afirmaba a principios del siglo pasado que el mercado automovilístico sería un mercado limitado, pues “no iba a existir más de un millón de personas en todo el mundo capaces de ser entrenados como chóferes”. La realidad, como todos sabemos, es muy diferente. Hay millones de conductores que gracias al automóvil tienen la posibilidad de ir de un lado a otro de forma autónoma. El automóvil ha proporcionado al ser humano una gran independencia y libertad de desplazamiento cuando Carl Benz hizo esa predicción. (Tráfico, 2018).

Debemos saber que la atención necesaria para una conducción segura es diferente entre los conductores noveles y los conductores experimentados. En los primeros, la atención está muy focalizada en los mecanismos de control del vehículo y en el entorno. En los conductores más experimentados la atención está dividida en diversas tareas. Aprender a conducir es, por lo tanto, un proceso controlado. (Tráfico, 2018).

A todos nos ha pasado alguna vez que no recordamos lo que ha sucedido en cada momento de la conducción. Podemos decir que se ha conducido de forma insegura y se ha descuidado la conducción, y muchas tareas relacionadas con la conducción las hemos realizado de forma automática.

Según la Dirección General de Tráfico. en el año 2018 se produjeron en España 102.299 accidentes de tráfico con víctimas. Accidentes en los que perdieron la vida 1.086 personas y otras 138.609 resultaron heridas, de las cuales 8.935 requirieron ingreso hospitalario. Estas cifras son definitivas contabilizadas a 30 días y producidas tanto en vías urbanas como en vías interurbanas. Cifras que a pesar del descenso con respecto al año anterior, 24 menos, resultan inaceptables para nuestra sociedad y que suelen pasar desapercibidas.

La epidemia de ébola de 2014 originó en España una gran alarma social, produjo infinitas portadas de periódicos, además de la gran preocupación que embargó a la mayoría de los españoles. Y eso que sólo hubo cuatro casos de contagio de los que fallecieron, desgraciadamente, dos personas. En cambio durante el año 2016 se registraron 1.126 muertes por accidentes de tráfico (un porcentaje infinitamente mayor que las muertes que produjo el ébola) y no generaron la misma alarma que el ébola. Está claro que, a pesar de las muertes que ocurren cada año en la carretera, no hay muchos conductores que tengan un temor especial a conducir. ¿Cómo es posible que el virus del ébola tuviera tanto impacto social y que los accidentes de tráfico nos dejen indiferentes? Solo hay una razón que responda a esta pregunta: nos hemos desensibilizado ante estas desgracias. Aunque debemos tener muy en cuenta que dejar de percibir un riesgo no significa, ni mucho menos, que haya desaparecido (Tráfico, 2018).

El director general de Tráfico, Pere Navarro, afirma “que hay que implementar medidas que verdaderamente supongan un freno a la accidentalidad”. El descenso de la accidentalidad coincide con un aumento de los desplazamientos por carretera, quizás motivado por la recuperación económica que ha hecho también aumentar la venta de vehículos y el aumento de la expedición de permisos de conducir.

La mayoría de los accidentes con víctimas se localizan en ciudad. En las vías interurbanas las consecuencias de los accidentes de tráfico y su gravedad son mayores debido a la velocidad y, por lo tanto. donde se produce un mayor número de fallecidos. En el año 2018 aumentaron en autopista y disminuyeron en las carreteras convencionales a pesar de que siguen siendo las vías más peligrosas y donde se producen el mayor número de accidentes con víctimas.

Del análisis de los datos estadísticos podemos extraer lo siguiente: el 44% de las víctimas de accidentes de tráfico, muertos y heridos se han producido en vías interurbanas y el 56% en vías urbanas. El 75% de víctimas mortales se produjeron en carreteras y el 25% en zona urbana. La mayor parte de los accidentes en vía interurbana es por salida de la vía, es lo que los americanos denominan “accidente en solitario”. Este tipo de accidente se atribuye generalmente a la somnolencia y se produce en autopista y autovías y podría incluirse también dentro del fenómeno que estamos estudiando.

Contrario a lo que pudiéramos pensar, las autovías y autopistas pueden llegar a ser el enemigo número uno del conductor a pesar de ser las vías más seguras. En este tipo de carreteras se produce el fenómeno que se conoce como “la hipnosis de la autopista” y que se puede definir como “un estado psicofisiológico y de conducta caracterizado por manifestaciones de adormecimiento y lapsos de atención que se producen precisamente durante la conducción prolongada de un vehículo de motor por entornos altamente seguros y conocidos”. Este fenómeno suele ser confundido con los accidentes producidos por el sueño o por la fatiga. (Tráfico, 2018).

No hay que confundirlo con la ocurrencia de microsueños, que son periodos de apnea que duran pocos segundos durante la conducción en los que el conductor se queda dormido al volante y es capaz de conducir. Esto se debe a la experiencia y a la automatización de tareas. Además, cuando el conductor se despierta no recuerda haberse quedado dormido, por lo que estos microsueños suelen pasan desapercibidos.

La conducción puede ser una actividad que llega a ser monótona, sobre todo cuando tenemos cierta experiencia en la conducción o conducimos por carreteras conocidas. Asimismo, hoy en día disponemos de muchos dispositivos de ayuda a la conducción que favorecen la aparición de la monotonía, del sueño y del fenómeno que estamos analizando.

En las autopistas y autovías el conductor reduce considerablemente su nivel de atención. Una conducción automática en la que el conductor sólo necesita feedback visual y cinestésico. Además un conductor experimentado tiene automatizado una serie de tareas relacionadas con la conducción como pueden ser, mirar los espejos retrovisores, mover el volante para tomar las curvas o corregir la trayectoria del vehículo, cambiar de marchas, mantener una conversación, etc.

Pues bien, cuando circulamos por una autopistas o autovías disminuye nuestro nivel de atención, disminuye el nivel de activación, que es demasiado bajo, y la eficacia en la ejecución puede llegar a ser pobre, se pierde información, se cometen más fallos, por ejemplo, no se detectan algunas señales de circulación. Además, circulamos por una vía con un buen asfalto, rectas muy largas, con pocos estímulos exteriores cambiantes, a lo que hay que añadir como decíamos anteriormente los dispositivos instalados en nuestros vehículos que facilitan la conducción. Es decir, el conductor entra en un estado hipnótico y debido a la experiencia es capaz de conducir de manera automática hasta que se produce el accidente de tráfico, un alcance o una salida de vía, generalmente accidentes que se caracterizan porque no existen huellas de frenado o si existen estas se encuentran antes de la colisión.

También hay otro fenómeno similar a la hipnosis de la autopista denominado “la hipnosis de la carretera”, “y que puede producirse con mayor facilidad por la noche debido a la dificultad de ver los contornos con nitidez y la posible aparición de manchas oscuras, sombras originadas precisamente por la movilidad de los haces luminosos de los vehículos” (Tráfico, 2018).

Los síntomas de la hipnosis de la autopista pueden ser similares a los que presenta una persona cuando se encuentra en trance hipnótico. Se han publicado varios estudios acerca del fenómeno. En los años 40 fue G. W. Willians, quien acuñó el término de hipnotismo de la carretera. También se identifica con un estado de inatención, resultado de la fatiga y de la monotonía incluso puede ser debido al alguna enfermedad, a un hiperinsulinismo funcional, intoxicaciones, etc. Y a partir de los años 80 ha sido definido como un estado resultante de la actividad del patrón de movimiento durante la conducción (Cerezuela et al, 1999).

Si bien los primeros estudios afirmaron que se trataba de un estado de adormecimiento del conductor que circulaba por carreteras monótonas y altamente predecibles como pueden ser las autopistas y las autovías, sin olvidar algunas carreteras convencionales con dos carriles para cada sentido de la circulación y también aquellas carreteras altamente conocidas y por las que el conductor circula habitualmente. En estos casos el conductor percibe su estado como de adormecimiento. Permanece en su asiento con las manos en el volante y mirando fijamente al frente, con una mirada inexpresiva viciosa, que son características físicas del fenómeno, además con una aparente pérdida de la consciencia aunque el conductor parece estar atento a la conducción. Sin embargo hay una pérdida de conciencia, la conducción se realiza de forma autónoma por eso a veces no se recuerda el trayecto realizado (Cerezuela et al. 1999).

Amnesia que alguna vez hemos experimentado cuando conducimos un vehículo, incluso algunos afirman haber tenido alucinaciones (“desperté cuando vi un trasatlántico en la carretera afirmaba un conductor profesional”). En este fase el conductor es perfectamente capaz de realizar la tarea de conducción. “Es muy probable que bajo este estado se verán mermadas ciertas habilidades y funciones psicológicas fundamentales para un adecuado desempeño de la conducción, de ahí el aumento de la probabilidad accidente” (Cerezuela et al. 1999).

Existen tramos de vías en los que puede aumentar o disminuir el nivel de alerta del conductor, sobre todo cuando se prolonga la conducción en el tiempo más allá de las dos horas. Aumentará cuando comenzamos el viaje para posteriormente disminuir y pasar a una fase posterior de incremento o recuperación y después a un posterior descenso.

Los periodos de conducción consecutiva no deberían de superar las dos horas y media para posteriormente descansar 25 minutos ya que el descanso aumenta el nivel de alerta del conductor. La velocidad constante disminuye el nivel de alerta, por lo que se recomienda aumentar y disminuir la velocidad, si las condiciones del tráfico lo permiten. Se puede circular a 100 km/h durante un tiempo y posteriormente aumentar a 120 km/h. De esta forma se reduce el impacto negativo sobre el nivel de alerta del conductor.

Otras características de este fenómeno son las siguientes: la experiencia como conductor, circular por una autovía o autopista, escasos estímulos ambientales, los puntos brillantes de fijación, los movimientos del vehículo de balanceo y cabeceo, la música monótona, el mismo asfalto, la escasa señalización. Elementos que hacen que el conductor entre en un estado de trance.

Según Willians (citado por Cerezuela et al. 1999), “ciertos accidentes de tráfico pueden ocurrir porque el conductor está hipnotizado, ya que está sujeto a un patrón de estimulación altamente eficiente para la inducción de un trance o estado hipnótico”. Este autor afirma que se trata de un estado auto inducido.

Para concluir, añadir que si queremos reducir los accidentes de tráfico nos debemos de centrar en la prevención primaria que debe basarse en la formación inicial y continua de todos los conductores. La reducción de los accidentes de tráfico no se conseguirá solo con la persecución penal o administrativa, o con carreteras y vehículos más seguros, es necesario centrarse en el factor humano como responsable de sus decisiones.

 

 

Un artículo de Ricardo Calderón Rodríguez, criminólogo y miembro del Grupo de Trabajo de Criminología Vial del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid

 

 

 

Bibliografía

 

Castro, C., Duran, M., & Cantón, D. (Julio de 2006). Boletín de Psicología,. (87), 35-60.

Cerezuela, G. P., Chisvert Perales, M., & Monteagudo Soto, M. (1999). El Fenómeno de la Hipnosis de la autopista: origen y evolución histórica de su conceptualización. Revista de Historia de la Psicología, 20(3-4), 83-94.

Intras. (s.f.). Proyecto alerta factores y estrategias de intervención sobre el nivel de alerta en autopistas. Valencia: Intras.

Tráfico, D. G. (2018). Cuestiones de Seguridad Vial. Madrid: Dirección General de Tráfico.

Tráfico, D. G. (2018). Psicología aplicada a la conducción. Madrid: Dirección General de Tráfico.

Wertheim, A. H. (1978). Explaininng highway hypnosis: experimental evidence for the role eye movements. Accident Analysis and Prevention. (129), 111-129.